¿El padre de Julian Nagelsmann era un espía alemán?
Detrás de muchas historias de éxito que se pueden encontrar en el mundo del fútbol se esconden secretos del pasado que fueron claves para el futuro sus protagonistas. Y un buen ejemplo de ello es el seleccionador alemán, Julian Nagelsmann, y la dura historia que vivió con su padre.
Considerado por muchos como un auténtico prodigio de los banquillos después de convertirse en el entrenador más joven en dirigir un equipo de la Bundesliga, el Hoffenheim, y tras su paso por RB Leipzig y Bayern Múnich, antes de ponerse al frente de la selección alemana, con sólo 20 años, tuvo que superar la dramática muerte de su progenitor.
Fue la época en la que Nagelsmann pasó de los terrenos de juego a los banquillos. En 2006, con 19 años, jugaba en las categorías inferiores del F.C. Augsburgo bajo las órdenes de Thomas Tuchel, quien le ofreció cambiar su rol de jugador por el de ojeador, hasta que dos años después, en 2008, comenzó a trabajar junto a él dirigiendo al filial del equipo de Baviera.
En medio de todos esos drásticos cambios en su vida profesional, el actual seleccionador alemán se encontró de bruces con la realidad: su padre se había quitado la vida. "Fue difícil. Mi padre no dejó ninguna nota. No hubo explicación alguna", dijo en una entrevista con el diario germano Der Spiegel en la que contó toda esta historia.
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En aquel momento, según relató Nagelsmann, se encontraba realizando un curso de entrenador en la pequeña localidad de Oberhaching, cerca de Múnich, cuando el responsable de su formación allí lo pidió que saliera en mitad de sus clases para encontrarse allí con el que, por entonces, era su suegro y que fue el encargado de darle la terrible noticia.
"A menudo pienso en ese día. De repente tuve que hacerme cargo de la familia y de tomar decisiones difíciles, también para aliviar a mi madre", explicó en la entrevista el técnico alemán, una situación sobrevenida para él, "fue difícil y me marcó", dijo.
Ese fue el “difícil” secreto de su pasado que reescribió su futuro para siempre, como él mismo aseguró en la entrevista, aunque su padre también tenía su propio secreto: era un espía alemán, miembro del Servicio Federal de Inteligencia del país centroeuropeo.
Y esa pudo ser, precisamente, la razón de que su padre decidiera quitarse la vida, según Nagelsmann."Creo que fue una combinación de su carga de trabajo y su estado general. Se notaba que estaba bajo presión profesional. (…) No se le permitía hablar de su trabajo. Esa también era la razón por la que a menudo decía que todo era demasiado para él", dijo.
Según apunta el seleccionador germano, aquella muerte no pudo estar relacionada con cuestiones personales o familiares: "Mi padre era una persona muy divertida. Contaba chistes y siempre estaba riendo. Tocaba la guitarra. Cantaba. Le gustaba estar con amigos. La estructura familiar siempre fue buena, y había pocas discusiones entre nosotros".
Es por ello que, en un principio, tanto para él como para el resto de su familia, la drástica decisión que decidió tomar su padre fuera para difícil de entender para todos ellos. "Lo que creo es que fue una combinación por su carga de trabajo y su estado de ánimo general", añadió Nagelsmann.
"Tuvo que tomar decisiones una y otra vez en el trabajo sabiendo que todo el plan podía salir mal. (…). En su trabajo no era posible compartir preocupaciones, al final, esto le supuso una gran tensión", apuntaba el técnico en Der Spiegel.
Con todo ello, finalmente, Nagelsmann terminó por ponerse en la piel de su padre para tratar de comprenderlo: "La forma en que se quitó la vida dejó claro que su decisión era muy clara para él. Para la familia fue fatal, pero me ayudó saber que él realmente quería morir y no se trataba de un grito de auxilio o una señal. Creo que tengo que respetar su decisión".
Aún en vida, recordó el técnico, su padre siempre quiso que se dedicara al mundo de los negocios y que se le quitara de la cabeza la idea de convertirse en entrenador de fútbol, y, aunque no lo consiguió, sí logró que aprendiera de él la importancia de saber tomar decisiones en la vida.
"Definitivamente me dio el coraje para tomar decisiones. Lo peor en la vida es cuando no se toman", dijo Nagelsmann, quien añadió: "Creo que he aprendido mucho de él. Como entrenador, no pienso demasiado en lo que la gente piensa de mí o de mis decisiones. Sobre todo, al principio de mi carrera".
Y es que Nagelsmann ha sido muchas veces criticado por sus curiosas decisiones sobre el césped, lejos de la lógica de los demás, muchas de las cuales le han funcionado muy bien. "En mi primer partido como entrenador en la Bundesliga, en el Hoffenheim, puse cuatro delanteros. Todo el mundo pensó que estaba loco, pero conseguimos un punto importante", dijo.
"Ahora sopeso más las cosas, pero el valor de tomar decisiones lo heredé de mi padre", concluyó Nagelsmann en su entrevista con Der Spiegel. Una actitud que, realmente, le ha funcionado y le ha llevado a que, con apenas 36 años, haya pasado ya por tres grandes clubes de la Bundesliga y a convertirse en una de las mejores selecciones de fútbol del mundo.
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