El oscuro pasado de Michael Jordan

Puede que Michael Jordan haya pasado a la historia como uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo, pero fuera de la pista, el jugador es conocido por su extrema competitividad y su adicción al juego. ¿Qué se sabe de todo esto?

Hijo de James Senior y Deloris Jordan, Michael nació en Brooklyn, Nueva York, en 1963. Desde su juventud Michael quiso jugar al baloncesto, de hecho, al jugador siempre le gusta recordar que lo echaron de su equipo del instituto Laney High en 1979.

Dos años después de que lo echaran, Jordan fue seleccionado como jugador del equipo McDonald's All-American y recibió una beca para asistir a la Universidad de Carolina del Norte.

Uno de los mayores logros de Jordan como jugador de baloncesto en la universidad fue su canasta ganadora contra el equipo de Georgetown durante el campeonato nacional de universidades de la NCAA (en inglés, National Collegiate Athletic Association) en 1982.

En 1984, Michael Jordan fue seleccionado en los drafts de la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos para jugar con los Chicago Bulls junto a Hakeem Olajuwon y Sam Bowie, que habían sido elegidos antes que Jordan.

Fue durante su primer año con los Bulls cuando Jordan se labró un nombre haciendo una media de 28,9 puntos por partido, 6,5 rebotes y 5,9 asistencias, recibiendo el título de 'Rookie of the Year'.

En 1985, Michael Jordan se había convertido en una estrella. Nike firmó un acuerdo con los Chicago Bulls y lanzó las Air Jordan 1, una de las zapatillas de baloncesto más famosas de la historia.

Durante los siguientes ocho años, Jordan continuaría llevando sus habilidades en la pista a lo más alto. Fue seleccionado como MVP de la NBA en varias ocasiones, consiguió su canasta épica en el quinto partido contra los Cleveland Cavaliers y celebró en 1991, 1992 y 1993 las victorias del título de la NBA con los Chicago Bulls.

Pero tras una década de magia en el baloncesto, las historias más turbias de la vida privada de Michael Jordan comenzaron a salir a la luz.

En 1993, Jordan se retiró del baloncesto y enseguida se rumoreó que la razón se debía a una investigación que la NBA había abierto sobre los hábitos de juego de la estrella de los Chicago Bulls.

Más de treinta años después, ha quedado claro que, durante su carrera en el baloncesto, Michael Jordan había sido adicto compulsivo al juego.

En su libro sobre la vida de la estrella del baloncesto, 'Michael Jordan: La Biografía Definitiva', Roland Lazenby relató la historia sobre cómo Jordan le entregó un cheque de 5 dólares a unos de sus compañeros de equipo de Carolina del Norte tras perder una partida de billar.

Cuando Michael Jordan llegó a la NBA, el periodista deportivo de la cadena 'CBS Sports', Sam Quinn, contó que Jordan "durante los viajes, jugaba a las cartas con los periodistas Sam Smith y Lacy Banks, que escribían sobre los Bulls".

"Jordan era un jugador de cartas incansable en los viajes del equipo", escribió Sam Quinn, "y aunque normalmente jugaba derrochando, estaba dispuesto a jugar a cualquier precio solo por competir".

Pero los juegos de cartas no fue lo que metió a Michael Jordan en problemas, sino sus apuestas en los campos de golf y las pistas de baloncesto, algo que le puso en el punto de mira de la NBA.

En 1992, la noche de antes del segundo partido de la serie eliminatoria de Chicago Bulls contra New York Knicks, Jordan fue visto jugando en Atlantic City; y el año anterior, admitió haber firmado un cheque de 57.000 dólares para cubrir pérdidas por juego.

Richard Esquinas, un viejo amigo y compañero de golf de Michael Jordan, escribió en su libro de 1993, 'Michael y yo. Nuestra adicción al juego... Mi grito de ayuda', que Jordan le debía la escalofriante suma de 1,25 millones de dólares por apuestas de golf.

"Jordan negó las acusaciones", escribió el periodista deportivo Sam Quinn, "y Esquinas más tarde reveló que había acordado una cifra mucho menor con Jordan, solo 300.000 dólares".

En 2005, en una entrevista con Ed Bradley del programa '60 minutos' sobre su adicción al juego, Michael Jordan contó: "Me he metido en situaciones de las que no me quería ir y he llegado al límite. ¿Es eso una adicción? Sí, depende de cómo lo mires. Si estás dispuesto a poner en peligro tu sustento y tu familia, entonces sí".

En julio de 1993, James Jordan Senior, padre de Michael Jordan, fue asesinado. Hasta la fecha, algunos fans apasionados creen que las deudas de juego de Michael Jordan tuvieron algo que ver. Pero esto forma parte de la rumorología y nunca ha sido probado.

Demery y Daniel Greer fueron acusados y condenados por el asesinato de James Jordan por un intento de robo que salió mal. Pero hay una prueba circunstancial clave que podría relacionar la muerte de Jordan con las deudas de su hijo Michael.

Los 57.000 dólares que Michael Jordan admitió haber perdido en deudas de juego fueron en realidad ingresados a James "Slim" Bouler, un conocido traficante y blanqueador de dinero.

Otras teorías de la conspiración apuntan a que Michael Jordan estaba tan endeudado con la mafia que fue esta la que acabo con la vida de James Jordan.

Mark Whicker, escritor del periódico 'Orange County Register' inició la controvertida teoría en 1993 cuando escribió una historia en la que demostraba la supuesta conexión entre las deudas de Michael Jordan y la muerte de su padre.

"Por ahora, solo sabemos que hay pruebas de los problemas de juego de su hijo, y que se sospecha de los problemas a la hora de pagar de dicho hijo", escribió Mark Whicker en su relato, "el padre de ese hijo ha sido asesinado. ¿Alguien cree que es una coincidencia?".

Pero en realidad no hay muchas pruebas que confirmen las acusaciones de que James Jordan fuera asesinado por las deudas de su hijo. Los hombres condenados por la muerte de Jordan no tenían vínculos ni con el juego clandestino ni con el crimen organizado.

Muchos fans amantes del baloncesto adoran esta época por cómo coinciden exactamente en el tiempo, la retirada de Jordan y la investigación de la NBA sobre sus problemas con el juego. Algunos creen que la salida de Jordan no fue casual, sino que se trataba de una suspensión secreta impuesta por la NBA como castigo por su adicción al juego.

En última instancia, la NBA exculpó a Michael Jordan de cualquier mala práctica. Pero lo que parece también una importante casualidad es que la retirada de Jordan coincidiera con el fin de las investigaciones de la NBA.

Michael Jordan ni siquiera se alejó del deporte, se pasó todo el año 1994 jugando al béisbol profesional en el equipo Chicago White Fox, antes de volver al baloncesto en 1995 para ganar tres finales más de la NBA en 1996, 1997 y 1998.

Michael Jordan se retiraría finalmente tras la temporada 2002-2003 para dejar para siempre el baloncesto. Pero nunca fue capaz de deshacerse de las preguntas acerca de la muerte de su padre y sus problemas con el juego.