Levantando pasiones: deportistas que causaron furor en los 80 y 90
En lo deportivo, llegó a ser la número 8 del mundo en el ranking WTA pero fue su belleza la que se elevó por encima de su calidad tenística que no era poca. Todo un icono de final de siglo XX.
Il Capitano parecía flotar sobre el césped de San Siro. Una leyenda del AC Milán y la Selección Italiana con los ojos más bonitos que ha visto el mundo del fútbol.
Todo el mundo recuerda a Monica Seles, obviamente, por el apuñalamiento que sufrió en la espalda en pleno partido, pero es injusto no recordar lo buenísima que era en pista y el atractivo magnético que tenía y que, a día de hoy, mantiene.
En un deporte formal y serio, André Agassi simbolizó el Rock'n Roll, la anarquía y la rebeldía de los 80. Su pelo largo, sus pantalones piratas, su estilo desenfadado le convirtieron en un deportista muy deseado.
Antes de caer en desgracia por el dopaje, Marion Jones fue una deportista admirada, deseada y buscada. La que fuera mujer más rápida del mundo se robó más corazones que récords sobre la pista.
Jugó para los Texas Rangers, los New York Yankees y los Seattle Mariners durante su carrera, firmó un contrato histórico y enamoró a medio mundo con sus ojos transparentes, incluida a Jennifer López con quien mantuvo una relación de 4 años.
Fue la primera gimnasta que obtuvo una calificación de diez puntos (calificación perfecta) en una competición olímpica de gimnasia artística. Tenía 14 años y su imagen dio la vuelta al mundo y el mundo se enamoró de ella, más aún cuando dio el paso a la adultez.
Es complicado dictaminar si David Ginola era más guapo cuando jugaba o en la actualidad. Cuando estaba en activo, parecía un modelo de Tommy Hilfiger; en la actualidad, es un silver fox de catálogo. Sus ojos son imprescindibles.
La menuda tenista suiza, de origen checoslovaco, tenía un magnetismo difícil de explicar. Magnetismo que, quienes la conocían, decían que se multiplicaba en las distancias cortas.
Estar en la conversación por ser el mejor deportista de todos los tiempos ayuda a que la admiración pase a ser enamoramiento y, en el caso de Air Jordan, la admiración de millones de personas era infinita.
Cuando tu biopic en Hollywood lo interpreta Margot Robbie, es que tenías que ser muy guapa y Tonya Harding lo era. Además, el patinaje potenciaba su feminidad a niveles nunca antes vistos. Aunque para nunca visto, lo que le hizo a Nancy Kerrigan.
El futbolista más mediático de la historia. Un tipo al que le quedan bien todos los peinados, todos los looks y todos los colores de pelo, tiene que ser muy guapo y Becks lo es, con el añadido de que mejora con el paso del tiempo.
Fue una pionera en el voley playa, disciplina que compaginó con trabajos como modelo, lo que da una idea del atractivo que poseía la deportista californiana.
Revolucionó el golf combinando talento con fuerza bruta y algunas de sus camisetas parecían a punto de estallar. Esto sumado a la fama de niño bueno que tenía, le convirtió en el yerno perfecto de medio mundo, hasta que pasó lo que pasó.
Tenía planta de superheroína de película de acción. Además, ganó tres oros en los Juegos Olímpicos de 1988, es decir, su atractivo sumó éxito a la ecuación y acabó convertida en un icono de los 80.
Delantero menudo, legendario pero con una sonrisa picarona de las que desarman. Su mirada ha presidido millones de habitaciones de adolescentes en todo el mundo durante buena parte de los 90.
El golf es un deporte que requiere mucha fuerza y Nancy Lopez la tenía. Su potente presencia se combinaba con una imagen de Karen que, por lo que sea, volvía locos a fans de todo el mundo.
Sampras era lo opuesto a André Agassi, su gran rival, amigo y compañero. Pete Sampras era serio, varonil, peludo, musculado y siempre correcto y elegante, tanto en la pista como fuera de ella. El hombre con el que tener 5 hijos y pasar la vida en dos hamacas en la entrada de una casa en Dallas.
Una de las mejores patinadoras de la historia, sabía cómo enamorar a la cámara con su mirada, su sonrisa y sus sensuales movimientos sobre el hielo. Verla patinar era absolutamente hipnótico.
Tanto con media melena como rapado al cero, Fabio Cannavaro era de esos deportistas que paraba el tiempo con la mirada. Contundente en el césped pero extremadamente elegante fuera de él.
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Una de las mejores de la historia, llegó a ser portada de Men's Health y de Playboy y confirmó que su belleza le generó más de un problema en el vestuario, por compañeras que se enamoraron de ella.
La leyenda de los Miami Dolphins era el yerno perfecto, el marido soñado y el amante deseado por todo un país y medio mundo.
Considerada una de las mejores futbolistas de todos los tiempos, fue una de las pioneras en llevar el fútbol femenino a otro nivel y eso le granjeó fama y muchos admiración en todo el mundo.
El Chico de Oro gustaba y gustaba de gustar. Seductor patológico, su potente físico y su cara de actor de telenovela le elevaron a categoría de dandy en los 90.
Ganó 22 Grand Slam y los corazones de fans en todo el mundo. Sus eternos e imponentes 175 cm, su perfecta melena y sus interminables piernas hicieron las delicias de los fans del tenis de la década de los 90.
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El único deportista en el Hall of Fame de dos deportes fue tan mediático como deseado. Sus facciones altamente masculinas, su musculado cuerpo y su sonrisa le convirtieron en carne de carpeta en los 80.
Sí, la oscarizada actriz ha sido una de las deportistas más deseadas, gracias a sus famosos vídeos de aerobic que arrasaron en los 80. Ver a Jane Fonda con mallas y haciendo ejercicio era el paraíso en vida para muchísima gente.
Un icono de los New York Yankees cuya embaucadora sonrisa desarmaba a cualquiera que se le pusiera delante. Su cara de chico rebelde pero con buen corazón era ideal para protagonizar una serie teen en los 90.