La proposición indecente que le hicieron a la subcampeona del mundo Darya Klishina
La atleta rusa Darya Klishina vivió uno de los momentos más duros de su vida hace tiempo. Y nada tuvo que ver lo ocurrido con su faceta deportiva ya que, tal y como contó ella en una entrevista, lo que le ofrecieron estaba relacionado con su aspecto más privado.
La atleta de salto de longitud, medalla de plata en los Campeonatos del Mundo y dos veces oro en los de Europa dentro de su modalidad, según contó en una entrevista al portal sports.ru, tuvo que soportar que un hombre le hiciera una propuesta más que deshonesta, a través de las redes sociales: convertirse en meretriz de lujo.
El sorprendente momento que vivió Klishina se remonta al año 2020, cuando la deportista rusa tenía 29 años y se encontraba en Estados Unidos, donde entrenaba.
Fue entonces cuando un hombre le escribió un mensaje privado por su cuenta de Instagram para hacerle la propuesta.
Según detalló la atleta: "Un hombre desconocido me escribió simplemente un mensaje directo de Instagram e inmediatamente respondí con dureza: "Lo siento, pero esta propuesta no me interesa'"
Una respuesta firme que, sin embargo, no sirvió para que el hombre al otro lado de los mensajes de la conocida red social cesara en su empeño de convencer a Klishina, quien explicó que el hombre le dijo entonces: "No, espera, no te niegues tan pronto, no sabes en qué términos, la cantidad y tal".
Al parecer, el desconocido le ofreció por realizar ese trabajo 200.000 dólares al mes (unos 183.000 euros), una cantidad bastante cuantiosa que, a pesar de todo, no convenció a la atleta rusa, que le reiteró su negativa con mayor contundencia: "No, eso es todo, adiós", le dijo.
Sorprendida, Klishina dejó caer a su entrevistador en sports.ru una pregunta "¿Realmente me vio como una mujer capaz de hacer algo así?", a lo que él le respondió si podría estar relacionado con su posado para una conocida revista para adultos. Un posado en traje de baño que aparece en las primeras búsquedas de su nombre en Internet.
"No tengo nada de qué avergonzarme", respondió a esas afirmaciones la atleta rusa, a la vez que aseguró que "todos tenemos, digamos, errores de juventud. Lo haces sin pensar que de alguna manera vaya a afectar a tu carrera o incluso fuera de ella. Pienso en ello como algo del pasado. Y ahora diría que no en un 200%".
La propia Klishina recordó que cuando empezó a trabajar con la agencia de representación IMG, ya intentaron eliminar esas imágenes de la red: "No hay tantas ahora como antes. Es fácil de encontrar en Rusia, pero no en el extranjero", afirmó entonces.
En ese contexto, la saltadora añadió que "ahora, por cierto, todos los años me llaman para protagonizar la revista Maxim, pero no voy. Quieren que todos se quiten la ropa, pero ahora tengo una imagen diferente".
Klishina nació el 15 de enero de 1991 en la ciudad rusa de Tver y, aunque hasta los 13 años practicó activamente voleibol, a partir de entonces cambió de deporte para practicar y profesionalizarse en salto de longitud, la modalidad que le ha llevado a la fama mundial.
La carrera de Klishina en salto de longitud despegó cuando fue descubierta por la entrenadora rusa Olga Shishigina, antigua campeona olímpico de 100 metros vallas. Shishigina vio un talento natural en ella y decidió tomarla bajo su tutela.
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En 2007, con 16 años, ya dejó sus credenciales a nivel internacional después de ganar en el Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo que aquel año se celebró en la ciudad checa de Ostrava, donde hizo una marca de 6,47 metros.
Ya a nivel profesional, en 2010, alcanzó un quinto puesto en el Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta con una marca de 6,62 metros, paso previo a 2011, cuando consiguiera su primer gran éxito: el Oro en el Campeonato Europeo en Pista Cubierta, superando su propia marca con 6,80 metros.
Klishina participaría también en 2011 en el VIII Campeonato Europeo de Atletismo Sub-23, en la ciudad de Ostrava (República Checa), donde se colgó la medalla de Oro alcanzando la mejor marca de toda su carrera: 7,05 metros.
Ese mismo año y al siguiente, 2012, la atleta rusa quedaría séptima y cuarta en los Campeonatos del Mundo celebrados en Daegu (Corea del Sur) y Estambul (Turquía), respectivamente, con marcas de 6,50 y 6,85 metros.
Su segundo gran éxito como profesional del salto de longitud llegaría en 2013, cuando se hizo de nuevo con el Oro en el Campeonato Europeo en Pista Cubierta celebrado en París (Francia) defendiendo su título de 2011 y superándose a sí misma con un salto de 7,01 metros, su mejor marca en pista cubierta.
Su imparable crecimiento dentro del mundo del Atletismo le llevó a trasladarse de Rusia a Estados Unidos, para unirse a un destacado grupo de atletas entre las que se encontraba también la estadounidense Tianna Bartoletta, en un campo de entrenamiento de Bradenton (Florida).
En 2014 conseguiría un bronce en el Campeonato Europeo de Zúrich con un salto de 6,65 metros, además de conseguir otros éxitos en Roma (Italia) o Cheboksary (Rusia), aunque el Campeonato del Mundo seguía atragantándosela, como quedó patente con su décima posición en Pekín 2015.
2016 fue un año especial para Klishina después de que la International Association of Athletics Federations (IAFF) le concediera un permiso especial como participante independiente para acudir a su primera cita olímpica en Río de Janeiro (Brasil), a pesar de la suspensión de Rusia por las leyes antidopaje. Terminó en novena posición con un salto de 6,63 metros.
"Ni soy una traidora ni una conspiradora nazi", dijo entonces Klishina criticada como traidora por algunos estamentos en Rusia al ser la única atleta del país en acudir entonces a los Juegos. "Insultarme y llamarme traidora a la patria, no me parece correcto. Ahora me encuentro bajo presión y una creciente atención, lo que no es siempre positivo", añadió.
Sólo un año después, llegaría el gran momento de su carrera deportiva, cuando consiguió la medalla de plata con un salto de 7 metros en el Campeonato del Mundo de Londres 2017, donde también participó como atleta neutral autorizada por la IAFF.
Licenciada en Economía del Deporte por la Universidad Estatal de Educación Física, Deporte, Juventud y Turismo de Moscú, Klishina además de una gran atleta también es modelo y ha prestado su rostro a campañas publicitarias de marcas como Nike, Red Bull o Swatch, y un auténtico fenómeno en redes sociales con más de 300.000 seguidores en Instagram.
Una vida de éxito dentro del mundo del atletismo que un día se vio empañada por una proposición indecente y con una respuesta contundente en la que dejó claro que, al menos para ella, el dinero no puede comprarlo todo.
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