Caída a los infiernos y resurrección de un mito futbolístico: qué fue de José Luis Pérez Caminero
Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, este jugador pasó por el Castilla antes de alcanzar el éxito con el Atlético de Madrid, eterno rival y vecino del club blanco. Tras un periodo de cuatro años en el Real Valladolid, su carrera profesional se extendió durante quince años, al término de los cuales decidió retirarse y empezar una nueva etapa en la gestión deportiva. Su transición a los despachos coincidió con el inicio de sus problemas judiciales.
Los mejores años de José Luis Pérez Caminero coincidieron con aquella época histórica del doblete rojiblanco, cuando ganaron Liga y Copa del Rey en la temporada 1995-1996, y fue con el equipo madrileño con el que hizo sus mejores números, vistiendo su camiseta en 186 partidos en los que anotó 48 goles.
Su trayectoria, sin embargo, se inició en el Castilla, desde donde pasó a jugar en 1989 en Primera División con el Real Valladolid. Allí estuvo cuatro campañas, la última de ellas en el pozo de la Segunda División, de la que lograron salir, aunque Camino puso rumbo al Club rojiblanco.
Desde el Atlético de Madrid, terminaría regresando para culminar su carrera vestido de blanquivioleta entre 1998 y 2004, todos esos años en la máxima categoría del fútbol español, hasta que anunció su adiós coincidiendo con el descenso de los pucelanos una década después de su último ascenso.
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En esos años en la élite también tuvo la oportunidad de vestir la camiseta de la selección española. Lo hizo en 21 ocasiones, anotando 8 goles y estuvo presente en el Mundial de Estados Unidos 1996 y la Eurocopa de Inglaterra 1996.
Ya fuera de los terrenos de juego, Caminero no abandonaría el mundo del fútbol, sino que cambiaría los terrenos de fútbol por los despachos. Y es que, en apenas dos años, se convirtió en el director deportivo del Real Valladolid, puesto que ocuparía entre 2006 y 2008 con el objetivo (conseguido en su primera temporada) de devolver al equipo a Primera División.
Sin embargo, el ex futbolista madrileño terminaría marchándose después de tres años en el cargo, justificando su decisión porque se encontraba "mentalmente bloqueado" y "sin fuerzas para seguir", tal y como publicó en su momento el diario AS.
Según él mismo declaró al medio español, su adiós no tuvo nada que ver con el aspecto económico, sino que se debió a "un problema de desgaste", porque, aseguró, "en estos años lo he pasado realmente mal, he tenido que estar pendiente del Real Valladolid las 24 horas, y eso me ha desgastado mucho".
Caminero anunció entonces que su objetivo en aquel momento era sacarse el título de entrenador, empezar a trabajar con niños desde los banquillos y, a partir de ahí ver su capacidad para pensar en algo más importante. Sin embargo, el tiempo le llevaría a retomar su trabajo como director deportivo, en este caso en el Atlético de Madrid.
Pero aquel momento no llegaría hasta 2011 y, en ese paréntesis dentro de su vida, Caminero protagonizó el capítulo más oscuro de su vida. Fue en 2009, cuando fue detenido en Madrid cuando, al parecer, transportaba 58.000 euros en billetes de 500, e imputado acusado de un delito de tráfico de sustancias ilegales y de blanqueo de capitales.
La investigación dentro de la operación en la que estuvo implicado, se centró en una organización criminal que introducía en España sustancias procedentes de México y Colombia y en la que los españoles acusados, entre los que se encontraba Caminero, hacían la labor de blanquear dinero a través de empresas tapadera, según publicó El Diario Vasco.
El proceso judicial terminaría alargándose durante 9 años, hasta que, en octubre de 2018 la Audiencia Provincial de Madrid lo condenó a cuatro meses de prisión y una multa de casi 20.000 euros después de que el propio Caminero admitiera los hechos, razón por la cual también se rebajaron sus penas.
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El acuerdo que alcanzó con la Fiscalía supuso una rebaja de 4 años a 4 meses su petición de cárcel junto a una multa de 17.237 euros, por las dilaciones indebidas del caso y tras aplicarle el subtipo de imprudente en el delito de blanqueo de capitales. Con ello, logró esquivar la cárcel.
Por aquel entonces, ya era director deportivo del Málaga CF, a donde llegó en junio de 2018 tras su paso -en el mismo cargo- por el Atlético de Madrid. Al conjunto de la capital de España llegó en mayo de 2011, en medio de sus líos con la justicia, para sustituir a Jesús García Pitarch, a quien no renovaron tras la finalización de su contrato.
Con Caminero en el cargo de director deportivo rojiblanco se fichó a Diego Simeone como entrenador, a grandes jugadores y se ganaron cinco títulos (Europa League 2012, Supercopa de Europa 2012, Copa del Rey 2013, Liga 2013-2014 y Supercopa de España 2014), para, después, tras ser sustituido por Andrea Berta, pasar a ser coordinador del primer equipo, ganando ahí otra Europa League.
"Los títulos han sido muy importantes. Me siento muy orgulloso de haber podido contribuir desde mi parcela a la alegría que han disfrutado miles y miles de atléticos. Pero también me gustaría destacar como algo clave la estabilidad deportiva que ha supuesto clasificarse de forma consecutiva para la Champions en las últimas seis temporadas", destacó en la web del club.
"Han sido siete años increíbles. Como jugador viví una época impresionante, con el 'doblete' como momento inolvidable, pero estas temporadas las he disfrutado de una manera diferente. Hemos conseguido formar un grupo de trabajo muy competitivo, con gente que se ha dejado el alma en el proyecto", añadió.
En Málaga, estaría poco más de una temporada, la 2018-2019, y en la que le tocó lidiar con el descenso del club andaluz a Segunda División y con su dueño, el jeque Al-Thani. Un año para olvidar en el que los problemas estructurales y económicos que ya tenía terminaron acrecentándose.
Desde entonces, no ha vuelto a ejercer como director deportivo y, como contó en una entrevista para el diario AS se ha dedicado a colaborar con el representante Manuel García Quilón. "Gracias a ello estoy cerca del fútbol y en el día a día de la actividad deportiva, que es lo que verdaderamente disfruto", aseguró.
Una labor donde aguanta a la espera de su regreso a los despachos dentro de algún club: "hasta ahora los proyectos que me han llegado no me han entusiasmado. Tras mi experiencia con Al Thani en Málaga tomé la decisión de aceptar solo propuestas que me atraigan. De momento no ha surgido ninguna, pero espero que aparezca alguna pronto", confesó.
Con el título de entrenador UEFA Pro también en sus manos, confesó en AS que no se ve trabajando en los banquillos, algo para lo que "hay que tener madera y yo no la tengo" y aseguró que su papel está más bien en "buscar y contratar a jugadores y entrenadores". Veremos qué le depara el futuro…
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