Un estudio científico revela que la altitud del Everest sigue en continuo aumento: ¿por qué?
Un estudio reciente, difundido en Nature Geoscience, ha descubierto que la altitud de la montaña más alta del planeta sigue aumentando. Este crecimiento se asocia parcialmente a la fusión de dos sistemas fluviales cercanos, ocurrida hace decenas de miles de años.
El Everest se formó hace aproximadamente 45 millones de años a raíz de la colisión entre las placas tectónicas de India y Eurasia, lo que provocó el pliegue y la elevación de la corteza terrestre y dio origen a la cordillera del Himalaya (en la imagen). Desde entonces, el Everest ha estado en continuo movimiento y crecimiento, impulsado por las fuerzas tectónicas que moldean la superficie terrestre.
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Ubicado en la frontera entre Nepal y Tíbet, el Everest alcanza una altura de aproximadamente 8,850 metros, superando en unos 250 metros al siguiente pico más alto, el K2, que mide 8,611 metros.
Un estudio del University College London (UCL) muestra que el Everest es varios metros más alto de lo previsto, como resultado de la erosión causada por una red fluvial que ha creado un vasto desfiladero. Este proceso ha llevado a que la montaña se eleve hasta dos milímetros por año, acumulando un crecimiento total de entre 15 y 50 metros en los últimos 89,000 años.
Según The Washington Post, Matthew Fox, coautor del estudio y geólogo en el University College London, opina que esta tendencia podría persistir durante millones de años y que “el mayor impacto probablemente sea para los escaladores, que tendrán que ascender otros 20 metros más o menos hasta la cima”. Esta altura adicional también podría favorecer el crecimiento de hielo en las elevaciones más altas.
Hace aproximadamente 89,000 años, el río Kosi absorbió al río Arun, formando un sistema fluvial más robusto. Esta confluencia incrementó considerablemente la erosión en la región, transportando miles de millones de toneladas de sedimentos y tierra a unos 75 kilómetros del Everest, según NBC News.
Según Jin-Gen Dai, coautor del estudio de la Universidad de Geociencias de China, "el río Arun fluye hacia el este a gran altura en un valle plano. Luego gira abruptamente hacia el sur como el río Kosi (en la imagen), bajando en elevación y volviéndose más empinado. Esta topografía única, indicativa de un estado inestable, probablemente esté relacionada con la altura extrema del Everest".
Los investigadores señalan que la elevación del Everest se debe al "rebote isostático", un proceso en el que la corteza terrestre se eleva tras perder masa por erosión. La presión del manto supera la gravedad, haciendo que la superficie se eleve lentamente. Aunque este cambio es de solo unos milímetros al año, su efecto es significativo a lo largo del tiempo.
El levantamiento no se restringe únicamente al Everest, sino que también influye en picos adyacentes como el Lhotse (en la imagen) y el Makalu, que ocupan el cuarto y quinto lugar en altura mundial.
El estudio indica que el rebote isostático eleva estos picos en proporciones comparables a las del Everest; sin embargo, Makalu (en la imagen), al estar más cercano al río Arun, presenta una tasa de elevación ligeramente superior.
El profesor Hugh Sinclair, de la Universidad de Edimburgo, señala que predecir cómo un río corta su lecho tras la captura de drenaje es complejo y que es difícil determinar el alcance del levantamiento de montañas debido a la erosión localizada. A pesar de estas dudas, Sinclair encuentra emocionante la posibilidad de que la altura excepcional del Everest esté vinculada a la actividad fluvial.