UE y Mercosur: 25 años de negociación para un pacto histórico, ¿quién gana y quién pierde?

Después de 25 años de negociaciones, la Unión Europea y Mercosur alcanzaron el pasado 6 de diciembre de 2024 un acuerdo político para un pacto de asociación innovador y trascendental. Este pacto, diseñado para crear la mayor zona de libre comercio a nivel global, impactará a más de 700 millones de personas y promete redefinir las relaciones económicas entre ambos bloques.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el acuerdo con Mercosur como "un triunfo económico para todos". Sin embargo, esta visión ha sido cuestionada por la principal potencia agrícola europea, que teme impactos negativos para su sector, según Swissinfo.

La Unión Europea es el principal socio comercial de Mercosur, con exportaciones de bienes por 56.000 millones de euros en 2023 y de servicios por 28.000 millones de euros en 2022. Además, lidera la inversión extranjera en la región, con un total de 340.000 millones de euros en 2021. Sin embargo, tanto exportadores como inversores se enfrentan a barreras en los mercados de Mercosur, según la Comisión Europea.

Las negociaciones, iniciadas en 1999, ganaron impulso en 2019 con un principio de acuerdo que quedó en suspenso por preocupaciones ambientales. Finalmente, el pacto se concretó en diciembre de 2024, con la firma oficial en Montevideo. En la imagen, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, habla del acuerdo comercial firmado entre la Unión Europea y el Mercosur, en Brasilia, en 2019.

El acuerdo UE-Mercosur, que aborda asociación política, cooperación y un polémico capítulo comercial para eliminar aranceles, marca un paso clave en la integración económica.

Fundado en 1991, el Mercosur cuenta con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos. Venezuela se unió al bloque en 2012, pero su membresía fue suspendida en 2017 por la ruptura del orden democrático. Bolivia, tras años de negociaciones, oficializó su ingreso como miembro pleno en noviembre de 2023, tras la ratificación del Senado brasileño. En la imagen, Ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur: Mauro Vieira (Brasil), Gerardo Werthein (Argentina), Omar Paganini (Uruguay), Celinda Sosa Lunda (Bolivia) y Rubén Ramírez (Paraguay).

Con la firma del acuerdo, se busca eliminar la mayoría de los aranceles entre la UE y Mercosur, creando así un mercado de más de 700 millones de consumidores. Este pacto representa uno de los acuerdos comerciales más importantes del mundo, entre economías que suman un PIB de 22 billones de dólares.

El acuerdo abriría el mercado europeo a exportaciones clave de los países sudamericanos, como carne vacuna, aves de corral, azúcar, arroz y miel. En 2023, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay exportaron productos agrícolas y agroalimentarios por valor de 24.000 millones de dólares a la UE, principalmente soja, según France24.

El acuerdo permitirá a la UE comercializar vehículos, maquinaria y productos farmacéuticos en condiciones más favorables. Además, según la misma fuente, Bruselas destaca que, con esta firma, productos europeos como el vino, actualmente gravado con aranceles de hasta el 27%, así como licores y quesos, podrían aprovechar el crecimiento de la nueva clase media sudamericana para acceder a un mercado más amplio.

Los defensores del acuerdo, encabezados por Alemania y España, argumentan que abrirá nuevos mercados para Europa, al tiempo que permitirá mantener influencia en América Latina, donde China está aumentando sus inversiones. En cambio, los opositores temen la competencia de las importaciones de productos agrícolas en Europa, según Euronews.

El primer ministro español, Pedro Sánchez, también reaccionó en X afirmando que "España trabajará para asegurar que este acuerdo sea aprobado en el Consejo [formado por los Estados miembros de la UE], porque la apertura comercial con nuestros amigos latinoamericanos nos hará a todos más prósperos y resilientes".

Durante varias semanas, Francia ha estado intentando persuadir a sus socios para bloquear el acuerdo Mercosur-UE. Polonia ha anunciado oficialmente su intención de unirse a la coalición opuesta al pacto, mientras que Italia condiciona su apoyo a garantías para sus agricultores. Los votos de Irlanda, los Países Bajos y Austria aún están en duda, según Euronews.

La firma del acuerdo Mercosur-UE es considerada un éxito diplomático para Lula, quien ha apostado por el multilateralismo. Según Míriam Leitão, aunque los beneficios, como la reducción de aranceles, llegarán gradualmente, Brasil, especialmente su sector agroindustrial, será el principal beneficiado.

La UE es el segundo mayor importador de productos agropecuarios brasileños, y tras la entrada en vigor del acuerdo, el 97% de las exportaciones de Brasil a la UE estarán exentas de aranceles. Según el IPEA, esto impulsará el crecimiento de la economía brasileña en un 0,46% anual, el agronegocio en un 2% y las exportaciones en un 3%. Además, las inversiones en Brasil aumentarían un 1,49%, posicionándolo como el país sudamericano con mayor crecimiento tras el acuerdo, según France24. En la imagen, Luciana Mendes Santos Servo, Chair of the Brazilian Institute of Applied Economic Research (Ipea)

France24 informa que el veto a la carne del Mercosur, impulsado por Carrefour tras las protestas de agricultores franceses, ha generado tensiones entre Francia y Brasil. Los productores franceses temen perder competitividad frente a los precios brasileños, lo que se intensificó cuando algunos parlamentarios franceses criticaron la carne del Mercosur por supuestos aditivos.

Aunque Brasil admite que su ganado se alimenta de soja transgénica, expertos señalan que no existen estudios que prueben que sea perjudicial para la salud humana y que esta es una práctica común globalmente. Francia, el tercer mayor importador de soja brasileña, ha cuestionado esta práctica.

En la etapa final de las negociaciones, los europeos lograron incluir estándares ambientales como elementos esenciales del acuerdo, permitiendo la suspensión parcial o total si no se cumplen. Además, se introdujeron compromisos vinculantes para detener la deforestación ilegal en los países de Mercosur. El pacto también eliminará aranceles sobre productos como vino, queso, licores, chocolate, automóviles y ropa.

El acuerdo establece cuotas limitadas para productos sensibles como carne de res, pollo y azúcar. Por ejemplo, las importaciones de vacuno estarán limitadas a 90.000 toneladas anuales, equivalente al 1,6% de la producción total de la UE, y se implementarán gradualmente en un plazo de siete años. También se incluyeron salvaguardias para evitar disturbios en el mercado europeo, según Euronews.

El acuerdo político alcanzado es "solo una primera etapa antes de un largo proceso", declaró un portavoz de la Comisión Europea, en referencia a la futura firma del pacto por parte de los Estados miembros de la UE, según Euronews. En la imagen, Rupert Schlegelmilch.

El acuerdo alcanzado enfrenta un proceso de ratificación complejo en la Unión Europea. Aunque el comercio es competencia de la Comisión Europea, algunos países se oponen a un procedimiento simplificado que divida el pacto en capítulos. Para su aprobación, se requiere el respaldo de 15 Estados miembros que representen al 65% de la población de la UE y la luz verde del Parlamento Europeo, según Swissinfo.

Francia lidera la oposición al acuerdo, respaldada por Polonia, Italia, Austria y los Países Bajos, quienes han expresado reservas. Antes de avanzar, se traducirán los textos negociados a los 24 idiomas oficiales de la UE, paso inicial hacia la revisión legal.