Cárcel para el "bisonte" del Capitolio: biografía de un conspirador
Tres años y cinco meses de cárcel exactamente. Esa es la pena impuesta a Jake Angeli (Jacob Anthony Angeli Chansley), el individuo que se hizo mundialmente conocido tras participar en el asalto al Capitolio de Washington el 6 de enero de 2021. El tribunal no ha aceptado su arrepentimiento y se le ha dicho: "Lo que usted hizo fue terrible".
Los partidarios más radicales de Trump le convirtieron en icono de una rebelión basada en todo tipo de teorías conspiranoicas (la principal, el que Biden no había ganado las elecciones). Días después del asalto al Capitolio fue detenido y emprendió un proceso de arrepentimiento veloz. De hecho, se declaró culpable ante el juez para rebajar su pena.
Pero, ¿quién es realmente Jake Angeli? Conocido como 'Q-Shaman' (el Chamán de QAnon), en los últimos años se ha convertido en un reconocido defensor de Donald Trump y las teorías conspiranoicas QAnon que aglutinan a parte de la extrema derecha estadounidense.
Nacido en Phoenix (Arizona), este aspirante a actor ha cambiado los sets de rodaje pero no su faceta camaleónica. Defiende teorías de QAnon que, entre otras cosas, sostienen que en la administración hay infiltrados encargados de robar documentación de alto secreto para dinamitar el país. Estos infiltrados, poderosos demócratas según QAnon, también practicarían el canibalismo y el satanismo.
Por cierto, en el ojo de mira de QAnon se encuentran personalidades como Hillary Clinton, Barack Obama, George Soros o el propio Papa Francisco (en la foto) a los que esta organización acusa de estar implicados en prácticas aberrantes.
La relevancia de Jake Angeli se fue incrementando en los círculos de la extrema derecha, hasta ganarse el sobrenombre de 'Q-Shaman'. Su pujante figura y su llamativa presencia le han valido para ser la cara visible del histórico asalto de la extrema derecha al Capitolio.
Desde su primera aparición en Washington, donde mantuvo una airada discusión con los policías, hasta ver su llamativa figura en la tribuna del Senado, Q-Shaman hizo notar su presencia por todo el Capitolio, como ya hizo en todo evento proTrump al que acudió profusamente.
Jake Angeli siempre busca imágenes de impacto. Y en el asalto al Capitolio lo consiguió. Incluso imprimió una foto de su hazaña a 3 x 3 metros para colgarla en su habitación. Suponemos que no llevará ese recuerdo a prisión.
Convertido en un personaje público y notorio, la realidad es que de Jake Angeli se sabe más bien poco.
No ha cumplido los treinta años aún. Es un hombre musculado, tatuado y presente en todos y cada uno de los mitines de Donald Trum.
De verbo fácil y carisma notable, ha llegado a compararse con Jesús o Ghandi para justificar la desobediencia civil ante lo que consideran una victoria adulterada de Biden en las elecciones del 3N.
Desde el rally de Donald Trump en Phoenix a las protestas en el condado de Maricopa (Arizona), Jake Angeli siempre se ha hecho notar como uno de los apoyos más llamativos y ruidosos del multimillonario.
No siempre va disfrazado pero siempre mantiene una actitud militante extremista y ultraconservadora. Al menos, hasta que llegó ante el juez.
Lo estrafalario de las actitudes de Jake Angel no importaba a sus seguidores, que casi le daban categoría de superhéroe.
Acaba así, con el peso de la ley cayendo sobre sus espaldas, la historia del "bisonte" que asaltó el Capitolio en uno de los capítulos más traumáticos de la democracia estadounidense.
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