El día en que Putin y Zelenski perderán la guerra
2025 puede obligar al fin de la guerra de Ucrania. ¿Una buena noticia? Según se mire. Hay quienes creen que Zelenski será el gran perdedor al verse obligado a firmar un acuerdo de paz indigno (entregando territorio a Rusia) presionado por Trump y la ola de ultraderecha que crece y crece en el mundo. Pero también puede que el fin del conflicto ucraniano le pase factura a Putin.
Si mañana concluyese la operación militar rusa en Ucrania, seguramente Putin vendería a la ciudadanía una victoria heroica. Sin embargo, la realidad es que el objetivo inicial (derribar a Zelenski ocupar la totalidad de Ucrania e imponer un gobierno afín allí) no se cumplió. Queda, eso sí, un puñado de territorio en manos de Moscú. Pero ¿a qué precio?
Es verdad que Putin logró mantener un cierta estabilidad económica y social en Rusia pese al alto coste de la guerra. Sin embargo, cuando llega la paz suele llegar también el tiempo en que se analiza si valió la pena lo que se perdió en la batalla. En el caso de Rusia, ¿cuántos muertos y heridos?
Según las autoridades ucranianas, en la guerra podrían haber muerto casi 200.000 soldados rusos. Entre fallecidos y heridos hablaríamos de 500.000 víctimas de este conflicto. Esas cifras son una herida en la sociedad rusa cuyo proceso de cicatrización puede traer problemas a Putin.
En un artículo publicado por el estadounidense Wilson Center escribía F. Joseph Dresen: "Al día siguiente de que termine la guerra, comienzan los verdaderos problemas de Rusia, que durarán décadas".
Según F. Jospeh Dreser tendrá Rusia que enfrentarse a problemas internos y externos: "Su economía no se integrará rápidamente con el resto del mundo. En cambio, tendrá que hacer frente a demandas de reparaciones y a una falta de confianza o simpatía por parte de las naciones democráticas del mundo".
Y sin el argumento patriótico de la guerra queda la posibilidad de que Putin tenga que afrontar rebeliones en su círculo de poder o estallidos de protesta. Sobre todo si, al detenerse la actividad de la industria militar y sin las ayudas económicas estatales que se dan para aliviar la situación bélica, la economía se resiente.
Por muy líder autocrático que sea Putin y por poco que respete las reglas democráticas, cuando el pueblo deja de confiar las cosas pueden ponerse difíciles. Aunque Zelenski no lo tendrá mejor si la guerra acaba.
Zelenski ganó su condición de líder (casi) indiscutible por su heroica resistencia a los rusos. Seguramente Putin creía, al principio de la guerra, que el antiguo cómico ucraniano saldría corriendo. No fue así. Pero la guerra también ha desgastado a Zelenski de cara a la opinión pública ucraniana.
En diciembre de 2024 escribía Owen Matthews en The Spectator un artículo titulado 'La creciente impopularidad de Zelenski'
Otro titular de 2024, esta vez en Le Monde: 'La oposición ucraniana cada vez es más crítica con el gobierno de Zelenksi'.
Las críticas hacia Zelenski dentro de Ucrania, ahora atenuadas por razones patrióticas, seguramente se multiplicarían si se firmase una paz que obligatoriamente tendrá que suponer pérdida de territorio.
Muchas familias ucranianas que perdieron a jóvenes en la guerra (reclutados muchas veces de modo forzoso e, incluso, violentamente) se plantearán si estos años de sacrificio y muerte valieron la pena.
Y Zelenski puede tener en el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, un firme candidato a sucederle al frente del país. Se trata de una figura política relevante que no ha dudado en criticar con dureza a Zelenski.
Vitali Klitschko dijo que Zelenski tiende al autoritarismo, que no preparó a Ucrania para la guerra y, según recogió The Kyiv Independent, avisó de que un mal acuerdo de paz de Zelenski con Putin sería su fin político.
Y luego está la dificultad de levantar un país tras la guerra con Rusia tan cerca y los Estados Unidos y la Unión Europea alejándose de un conflicto que quieren olvidar cuanto antes para centrarse en sus propios problemas.
Uno de los ejemplos paradigmáticos sobre cómo ganar una guerra y perder la paz es el de Winston Churchill.
Churchill es indiscutiblemente el gran líder que llevó a Reino Unido a la victoria en la II Guerra Mundial. Pero llegó la paz y fue derrotado en las elecciones de 1945 por el candidato del Partido Laborista. El comandante en jefe óptimo en tiempos bélicos no era, para el pueblo, la persona adecuada para dirigir la nación en tiempos de paz.
Sea como sea, y pase lo que pase con Putin y Zelenski, el fin de la guerra en Ucrania habrá de considerarse como una buena noticia. La paz siempre es el camino.