80 años del levantamiento de Varsovia

Hace 80 años una ciudad en Polonia se alzaba contra la opresión del régimen de la Alemania Nazista. El 1 de agosto de 1944, Varsovia vio a la resistencia polaca Armia Krajowa - o Ejército Nacional - coger las armas y luchar por la liberación de la ciudad.

En el verano de 1944, el balance de la Segunda Guerra Mundial empezaba a cambiar de lado. El frente de Normandía colapsaba y París estaba a punto de ser liberada. Varsovia, ocupada por los nazis, buscaba también expulsar el enemigo de su territorio.

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El levantamiento se programó para que coincidiera con la retirada de las fuerzas alemanas de Polonia ante el avance soviético. Al mismo tiempo, la idea era liberar a Varsovia antes de que llegaran las fuerzas de la URSS y evitar la expansión de la influencia comunista en el país.

Las relaciones entre Polonia y la Unión Soviética ya estaban rotas hacía tiempo. Stalin las rompió el 25 de abril de 1943 después de que los alemanes revelaran la masacre de oficiales del ejército polaco en Katyn. Stalin se negó a admitir haber ordenado los asesinatos y denunció las acusaciones como propaganda alemana.

El 1 de agosto de 1944, con el Ejército Rojo en los suburbios de Varsovia, el general polaco Tadeusz Bór-Komorowski llamó a sus tropas a movilizarse como parte de la Operación Tempestad, una serie de levantamientos en diversas ciudades polacas contra la ocupación nazi.

El enfrentamiento se extendió por 63 días. La resistencia polaca contaba con 50.000 miembros entre hombres, mujeres y niños sin mucho entrenamiento militar. Como Varsovia fue la última ciudad incluída en la Operación Tempestad, muchos de estos combatientes estaban en otros frentes y no pudieron acudir a la ciudad.

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Sin apoyo de los Aliados, principalmente de las tropas soviéticas, Varsovia no fue liberada por los polacos y la retaliación alemana fue brutal. Según Deutsche Welle, Heinrich Himmler encargó al comandante de las SS y la policía Heinz Reinefarth la tarea de aplastar el levantamiento.

Entre las tropas nazi se encontraba la Brigada Dirlewanger, una unidad de las Waffen-SS formada principalmente por criminales convictos y conocida por cometer crímenes de guerra. Algunos historiadores polacos hablan de más de 50.000 víctimas. En varios hospitales, los pacientes fueron asesinados a tiros y las enfermeras fueron violadas y asesinadas.

La arquitectura de Varsovia tampoco resistió a la batalla. Ingenieros alemanes bombardearon e incendiaron un 35% de los edificios de la ciudad, que ya había sido afectada por eventos anteriores como la invasión de Polonia en 1939 o el alzamiento del Gueto de Varsovia en 1943 y tenía en este momento un 85% de sus construcciones destruídas.

Fueron destruidos 10.455 edificios, así como 923 construcciones históricas, 25 iglesias, 14 bibliotecas incluyendo la Nacional, 81 escuelas primarias, 64 secundarias, la Universidad de Varsovia y la Universidad Politécnica de Varsovia. Cerca de un millón de personas perdieron sus propiedades.

Cada año, el 1 de agosto, la ciudad de Varsovia suena sus sirenas y campanas, y dedica algunos minutos de silencio para recordar los horrores de la represión al alzamiento de la resistencia clandestina y honrar a los que lucharon por la liberación de la ciudad.

Este año, durante la conmemoración de los 80 años del alzamiento en Varsovia, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier pidió perdón a Polonia, como informa EuroNews. Steimeier definió la actual relación germano-polaca como un "milagro" y reconoció los valientes esfuerzos de quienes promovieron la reconciliación.

Hace 30 años, un presidente alemán fue invitado por primera vez para participar de las ceremonias que recuerdan el alzamiento. En 1994, trás la reunificación de Alemania, el entonces presidente polaco Lech Walesa llamó a su contraparte alemana, Roman Herzog para que hiciera un discurso en Varsovia, explica Deutsche Welle.

"A los alemanes nos llena de vergüenza que el nombre de nuestro país y de nuestro pueblo esté eternamente ligado al dolor y al sufrimiento que se infligió a los polacos millones de veces", dijo Herzog en el 50º aniversario del Alzamiento de Varsovia.

Al depositar una corona de flores en el monumento a la rebelión, Herzog dijo que se inclinaba ante las víctimas del Levantamiento de Varsovia, como ante todas las víctimas polacas de la guerra. "Pido perdón por lo que los alemanes les hicieron", declaró.

Esta fecha es sinónimo de orgullo nacional para muchos polacos y simboliza la lucha de Polonia contra el totalitarismo y el dominio extranjero. Es un recuerdo del deseo de su pueblo por alcanzar la libertad.

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