Adiós a Tony Bennett: 1926- 2023
Este viernes 21 de julio se daba a conocer la noticia: Tony Bennett, el último gran crooner, murió a los 96 años en su Nueva York natal.
Tony Bennett llevaba desde 2016 padeciendo alzheimer.
Fue durante la grabación de su disco con Lady Gaga cuando Tony Bennett comenzó a detectar los primeros signos del alzhéimer. Un poco antes había tenido algún problema de memoria, pero con 90 años ¿quién no puede sufrir algún olvido? Sin embargo, se confirmó el fatal pronóstico.
Susan Crow, tercera esposa del cantante, cuidó de él en la enfermedad. Tony Bennett siguió cantando hasta el final, y ello le ayudaba resistir a la devastación del alzhéimer. La enfermedad no pudo con su pasión por la música.
Tony Bennett es uno de los últimos supervivientes de una tradición de cantantes de origen italoamericano que tuvieron en Frank Sinatra un icono imperecedero. Tony Bennett nació en 1926 en Astoria, barrio humilde dentro del distrito neoyorquino de Queens. Su padre, empleado en una tienda, murió cuando el artista tenía diez años. Su madre trabajó de costurera. No tiene hermanos. Su nombre real es Anthony Dominick Benedetto.
Tony Bennett comenzó cantando de niño en restaurantes de Queens de la mano de un tío suyo, actuó con diez años frente al alcalde Fiorello La Guardia en la inauguración del Triborough Bridge en 1936, estudió en High School of Industrial Art y cuando estalló la II Guerra Mundial marchó a combatir contra Hitler. A su vuelta, actuando en un local del Greenwich Village neoyorquino, le vio Bob Hope y le recomendó que cambiase su nombre a Tony Bennett y abandonase su apellido italiano. Después, poco a poco, fue escalando hacia la fama. Debido, sobre todo, a sus apariciones televisivas.
En la década de los 50 del pasado siglo XX tuvo Tony Bennett un enorme éxito. Llegó a protagonizar su propio programa de televisión en la NBC: 'The Tony Bennett Show'. Daba tres conciertos diarios (de diez de la noche a la una y media de la madrugada). Se casó dos veces. Llegaron los 60 y, repentinamente, su declive se precipitó. Tuvo problemas serios con sustancias tóxicas. No sería hasta los 80 que se produciría su resurrección artística y personal.
Tony Bennett es un intérprete de éxitos populares de todo tipo. En su voz han sonado canciones como 'I Left My Heart in San Francisco', 'Blue Velvet' o 'Chicago'. Piezas todas ellas que cantó en sus conciertos de Las Vegas en los años 70, cuando las cosas no iban del todo bien.
Se atribuye a sus hijos Danny y Dae haber relanzado la carrera de Tony Bennet. Ejercieron de managers y publicistas muy eficaces y lograron que el artista volviese a la televisión y recobrase popularidad. Apareció, por ejemplo, en 'The Muppets' o con David Letterman. Y el público más joven le descubrió. Y también las nuevas figuras del jazz y el pop, que acudieron a él para colaboraciones diversas.
A lo largo de los 90 se consolidó el estatus de estrella de Tony Bennett. Una joya venida de otros tiempos. Un vestigio de cuando la música italoamericana era un cimiento fundamental del pop.
Y luego está el álbum que Lady Gaga y Tony Bennett grabaron y que fue un modo de penetrar en el mercado más juvenil. A partir de ahí, nadie podía desconocer a Tony Bennett, mucho más que una vieja gloria.
Ha colaborado Tony Bennet con un sinfín de artistas importantes: de Alejandro Sanz a Diana Krall pasando por U2, Norah Jones o Stevie Wonder. Entre sus premios, destacan 18 galardones Grammy y dos Emmy.
Finalmente se ha convertido Tony Bennett en un icono de Estados Unidos, un hombre que ha atravesado distintas épocas y que ha conocido algo tan estadounidense como es la mítica segunda oportunidad que llega tras un primer éxito y una caída al abismo después. En la imagen aparece junto a George W. Bush pero Tony Bennet siempre vota demócrata.
La biografía de Tony Bennett es historia del siglo XX e inicios del siglo XXI: la vida de un niño de Queens de orígenes italianos y humildes, que luchó en la II Guerra Mundial, que conoció el éxito y el fracaso y otra vez el éxito y que, al final, pudo alcanzar sus sueños.
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