¿Recuerdas a Paul Potts, la estrella de Britain's Got Talent?
Marzo de 2007. Primera temporada de 'Britain's Got Talent'. Entre decenas de miles de candidatos, aparece un tipo serio, apocado y retraído cuya presencia casi ni se percibe en el escenario.
Se presenta como Paul Potts, encargado de una tienda de telefonía móvil de 37 años, dispuesto a cantar ópera en el talent musical del momento. Una apuesta arriesgada ante dos de los jueces más implacables de la historia de la televisión: Simon Cowell y Piers Morgan. Amanda Holden era la tercera juez, pero su perfil era mucho más amable.
Y entonces sucedió la magia. Paul Potts optó por el nada sencillo 'Nessun Dorma' de Giacomo Puccini y dejó sin aliento a todo el mundo. En cinco segundos, todos los presentes, Amanda Holden incluida, estaban llorando, con la boca abierta o ambas. Diez segundo después, al público le dolían las manos de aplaudir. Había nacido una estrella.
El mismo 'Nessun Dorma' le daría a Paul Potts la victoria en la final del talent musical, aunque por aquel entonces, Paul Potts era todo un fenómeno de masas.
Además de las 100.000 libras de premio, Paul Potts firmó un contrato discográfico con Simon Cowell. La estrella comenzaba a brillar.
Lo que no todo el mundo sabe es que la vida de Paul Potts no había sido nada fácil hasta ese momento. Su sueño de ser cantante de ópera había quedado reducido a una quimera inalcanzable y sólo la casualidad de encontrar el anuncio de 'Britain's Got Talent', hizo que probara suerte una última vez.
A pesar de su talento, Paul Potts nunca tuvo seguridad en sí mismo. Uno de los motivos, las burlas de sus compañeros de colegio cuando tenía sólo seis años. ¿El motivo? El hecho de que su familia no tuviera demasiado dinero.
Así es como el joven Paul Potts comenzó a refugiarse en la música. Aunque a medida que practicaba y mejoraba sus dotes interpretativas, su confianza iba menguando.
Confianza que sufriría un duro golpe cuando, con 14 años, se chocó con un andamia mientras iba corriendo a practicar canto en el coro de la Iglesia de Cristo de Bristol. El golpe fue de tal calibre que le rompió un diente, rasgo que el día de la prueba en 'Britain's Got Talent' aún mantenía.
Más grave fue el accidente que tuvo a los 18 años. Un coche lo atropelló y le rompió una vértebra, dejándole postrado en una cama durante meses. Tuvo que repetir curso.
A pesar de todo, Paul Potts acabaría formándose en Filosofía, Cine, Televisión y Teología, además de mantener su formación musical.
En 1999, con 29 años, decidió probar en su primer concurso: 'My Kind of Music' (ITV). No alcanzó la final pero sí se llevó 8.000 libras que invirtió en cumplir uno de sus sueños: conocer a Luciano Pavarotti.
Paul Potts viajaría a Italia para tomar tres meses de clases de ópera. En 2001 repetiría viaje, con el añadido de poder cantar para Luciano Pavarotti, a quien agasajó con un aria de 'Rodolfo' de 'La Bohème'.
La vida sonreía al tímido cantante quien, en 2001, conocería a Julie Ann en un chat de Internet. Dos años más tarde, se casaron y el novio le dedicó a su prometida una versión del 'Ich Liebe Dich' (Te amo) alemán, para deleite del centenar de invitados.
En paralelo, Paul Potts se iba haciendo un nombre como cantante, llegando a actuar con la Royal Philharmonic Orchestra, ante más de 15.000 personas.
Pero cuando todo parecía perfecto, llegó el año 2003 y a Paul Potts le detectaron un tumor benigno en la glándula suprarrenal. La intervención paró en seco su progresión y le mantuvo durante meses alejado del trabajo.
Una vez curado, el cantante retomó el camino de su sueño de ser cantante profesional pero, de nuevo un coche, se cruzó en su camino. Habían pasado cuatro días desde que le dieran el alta, cuando un coche le atropelló, mientras él iba en bicicleta. Se rompió la clavícula y se hizo daño en el cuello
De nuevo, varios meses sin trabajo, una deuda de 30.000 libras y otro golpe a su ya deteriorada autoestima. Corría el año 2003 y Paul Potts no volvería a cantar hasta la audición de 'Britain's Got Talent'.
De hecho, en 2004 aparcó de forma definitiva la música y comenzó a trabajar en una empresa de teléfonos móviles, donde nunca mencionó el talento musical que tenía.
Así es como llegó 2007 y un anuncio que Paul Potts vio por casualidad en la red: las pruebas para 'Britain's Got Talent'. El resto es historia. El "creo que eres absolutamente fantástico" de Simon Cowell es historia de la televisión y daba sentido a toda una vida de sufrimiento y adversidades.
El cantante firmó un contrato de un millón de libras con Simon Cowell y su primer álbum, 'One Chance' (2007) fue número uno en ventas en 13 países, incluido el complicado mercado de Reino Unido.
Seis años más tarde, James Corden se metería en la piel del tenor, para llevar su historia al cine. Eso sí, 'Un talento increíble' (One Chance) costó 12 millones de dólares y no llegó a recaudar ni 11 millones. Un pequeño fracaso comercial.
Por suerte para Paul Potts, su carrera como cantante ha ido mejor que la película sobre su vida. El tenor ha vendido más de 3 millones de copias de sus álbumes y ha realizado varias giras mundiales. Una de las últimas, le llevó hasta Dinamarca en Navidad.
Además, a pesar de no tener más de 9.000 seguidores en Instagram, Paul Potts se dedicó a grabar vídeos durante el confinamiento, con piezas de ópera desde su casa. Todo un detallazo que llamó Paul Potts - Lockdown Series. Y sí, se ha arreglado el diente que se rompió con 14 años.
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