¿Qué cantidad de agua hay que beber a diario?
Es una pregunta muy repetida y la respuesta es más simple de lo que parece.
En primer lugar, no hay que obsesionarse porque nuestro cuerpo es sabio y nos pedirá agua cuando la necesitemos.
Salvo que padezcamos algún trastorno o que estemos en condiciones extremas (atravesando el desierto de Gobi, por ejemplo), la sensación de sed nos indicará que es momento de beber agua y eso será suficiente para nuestro organismo. Los seres humanos somos, al fin y al cabo, animales igual que el resto de las especies.
No obstante, si quieres medir la cantidad adecuada de agua que hay que ingerir al día, estaría en torno a 1 o 2 litros al día (depende de la constitución física de la persona). Es decir, entre 4 y 8 vasos de agua.
Sí, entre 1 y 2 litros al día de agua es lo que un ser humano suele ingerir de modo instintivo.
Uno de los mitos más recurrentes es que forzarnos a beber mucha agua al día ayuda a adelgazar. Puede que ingerir líquido con mayor frecuencia alivie la ansiedad a quienes están siguiendo una dieta estricta (y tal vez inadecuada) pero, en general, los expertos aseguran que beber agua, simplemente, es beber agua. Y que es sano en la cantidad justa y que hincharse a líquido resulta absurdo.
No. En realidad, el 20% de nuestra ingesta de líquido no proviene del agua.
Mediante la fruta podemos conseguir hidratarnos. En este y otros alimentos similares tendríamos ese 20% de agua que no bebemos directamente. Cuidado con los zumos ya que su contenido en azúcar es alto.
Obviamente, resulta importante hidratarse después de hacer ejercicio y el cuerpo nos pedirá una ración extra de agua.
Está claro que otra situación en la que hay que aumentar la ingesta de agua es si padeces una situación con altas temperaturas y transpiras más de lo habitual. Pero, de nuevo, tranquilidad. Porque tu cuerpo te va a exigir el agua que está eliminando mediante una inmediata sensación de sed. Aún así, no te despistes y no fuerces tu organismo postergando el momento de beber agua. La deshidratación puede ser grave en estas circunstancias extremas.
En todo caso, es recomendable tener agua a tu disposición porque sí puede suceder que, por unas razones u otras, halles impedimentos para hidratarte. Lleva tu propio envase. Y si es el mismo y lo llenas de agua cada vez, mejor. Por un mundo sostenible.
Y el agua embotellada en plástico, por razones ecológicas, mejor ir desechándola.
Sea como sea, bebe razonablemente e hidrátate también por fuera (tu piel te lo agradecerá). El agua es vida. Y, en muchos lugares (y cada vez más), un bien escaso. No la derroches.