Lujo y excesos: las excentricidades que llevaron a famosos a la ruina
Casos como el de 50 Cent, Nicolas Cage, Kim Basinger, entre otros, que quebraron por compras y/o decisiones extravagantes en sus vidas.
Esta modelo y actriz de los años 90 ha vendido propiedades por falta de liquidez, a la que llegó por excéntricas decisiones que comprometieron su estabilidad financiera, como la compra en 20 millones de dólares del pueblo Braselton -700 hectáreas-, en Georgia, con la idea de crear cerca de donde nació un parque temático de diversiones, pero que acabó malbaratando en 2 millones de dólares.
A sus desatinos se le sumaron el incumplimiento de uno de sus contratos con la productora de “Boxing Helena” y la consecuente condena por 7 millones de dólares; así como el pago de 3.5 millones de euros entre ella y el actor Alec Baldwin a abogados para poner fin a su problemático divorcio. En el apogeo de su carrera, en los años 90, se dijo que la rubia tenía por excentricidad negarse a rodar con luz natural y sólo lavarse el cabello con agua Evian.
En 2015, el rapero estadounidense declaró pagar mensualmente 72 mil dólares para el mantenimiento de su mansión -que tenía 37 baños, 5 jacuzzi, 7 coches en el garage, valorados en más de 500 mil dólares-, 5 mil 745 dólares por el alquiler de un Bentley, 12 mil dólares para la pensión de sus hijos, 3 mil dólares en ropa, 2 mil dólares en viajes, 9 mil dólares en personal de seguridad y 36 mil dólares en otros gastos.
Tras tener una fortuna de 155 millones, según la revista Forbes, el artista, considerado uno de los mejores pagados en la década de los 2000 por su disco “Get Rich or Die Tryin”, se declaró en 2015 en quiebra, luego de que la Corte lo sentenciara a pagar 25 millones de dólares por dos casos distintos. Alegó que poseía bienes valorados en 24 millones de dólares y que sus deudas ascendían a los 32 millones de dólares.
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Pasar de millonario rapero a pastor en la iglesia cristiana fue el resultado del derroche de dinero que este estadounidense hizo de los 33 millones de dólares que amasaba en la década de los años 90, de acuerdo con el ABC. Entre sus excentricidades estuvieron una veintena de caballos de carrera, un establo a todo lujo y a semejanza de su propia mansión, una colección de automóviles de alta gama, entre ellos, un Lamborghini, un Ferrari y cinco Mercedes Benz; un jet privado y dos helicópteros.
Tras juicios por plagio y deudas que ascendían a 13 millones de dólares, el músico se declaró en 1996 en quiebra. En ese momento trascendió que contaba con 200 asistentes que le significaban mensualmente medio millón de dólares, y que poseía también una mansión con puertas de oro y suelos de mármol, en la que ordenó construir canchas de tenis y béisbol, un auditorio, un estacionamiento para 17 autos y un estudio de grabación, todo con una inversión de 30 millones de dólares.
Extravagante sí, pero profundamente auténtico también, así se mostró este actor en una entrevista que ofreció en 2022 a la revista GQ. En ella confirmó que llegó a tener una serpiente de dos cabezas que le costó 80 mil dólares, castillos en Europa, la mansión embrujada LaLaurie en Nueva Orleans, la más grande de Estados Unidos; el Lamborghini del Shah de Irán, dos cobras reales, el cráneo de dinosaurio Tyran-nosaurus bataar, de 276 mil dólares, que tuvo que entregar al Departamento de Seguridad Nacional luego de que se enteró que había sido robado de Mongolia.
El nacido en Long Island ganó y perdió una fortuna de 150 millones de dólares, ello debido a malos manejos financieros y a más hipotecas de las que podía pagar. Fue también dueño de la propiedad Gray Craig en Rhode Island, de la isla Leaf Cay en las Bahamas, y, se dice, de un jet privado, cuatro yates, 30 motos y 50 autos de súper lujo. Porque en 2009 debía de impuestos alrededor de 14 millones de dólares y, a otros acreedores, más millones, el histrión se dedicó a hacer películas a diestra y siniestra, unas de muy bajo presupuesto, para liquidar sus deudas.
La evasión de impuestos fue lo que llevó al actor no sólo a la bancarrota sino hasta a la cárcel, al ser condenado en 2008 por un juez a tres años en prisión, que es la pena máxima por evadir impuestos. El 9 de diciembre de 2010, el astro de las películas “Blade” ingresó a la prisión federal Instituto Correccional McKean, en Pensilvania, de donde fue puesto en libertad en abril de 2013.
Expectación y celebración es lo que ha generado el regreso de Snipes como el cazavampiros Blade en la cinta “Deadpool & Wolverine”, que ha arrasado en taquilla y se ha convertido en la película con clasificación R -restringida para menores de 18 años de edad- con mayor recaudación de todos los tiempos, superando a “Joker”. Tal es el caso que el protagonista de la película, Ryan Reynolds, ha presionado desde sus redes sociales a Marvel para que haga “Blade 4” con Snipes como protagonista.
Quien fuera ídolo adolescente de finales de los años 90 principios de los 2000 se declaró en bancarrota en 2007 debido a sus gastos excéntricos principalmente por el consumo de sustancias prohibidas, y a tener que lidiar con problemas legales por conducir en estado de ebriedad, posesión de cocaína y robo a una joyería. Tan sólo en 2011 tuvo que pagar una fianza de 100 mil dólares.
Con “Un Deseo Irlandés” (2024) y “Navidad de Golpe” (2022), la actriz encontró en la rentabilidad de las comedias románticas en Netflix su oportunidad para arreglar su pasado escandaloso y volverse a posicionar, pero ahora como estrella de dicha plataforma streaming.