Joaquín Phoenix: ¿genio o tirano?
Nadie puede negar su inigualable destreza actoral, pero en estos momentos son dos escándalos los que lo hacen vigente: el contundente fracaso de la segunda parte de “Joker” y la manera tan intransigente en que dejó plantado a Todd Haynes, a sólo cinco días de que comenzara la producción de su nueva cinta. ¿Hollywood seguirá tolerando los desplantes de diva del actor en aras de obtener actuaciones alucinantes (y estratosféricos ingresos en taquillas)? Sólo el tiempo lo dirá.
Hace pocas semanas, Phoenix volvió con “Joker: Folie à Deux” (“Guasón 2: Folie À Deux” en Hispanoamérica), secuela de su aclamadísima y multipremieada “Joker “( “Guasón” en Hispanoamérica - 2019). Aunque la recepción tanto en el Festival de Venecia como por el público en general ha sido tibia, el actor sigue con sus desplantes, dejando claro que odia promocionar películas, pero parece que esta vez está poniendo su mejor cara… quizás para mitigar lo ocurrido con Haynes.
En agosto, Joaquin abandonó el proyecto de Haynes, un drama de romance gay en los años 30. Lo curioso es que ¡fue él quien insistió en hacer la película! ¿Por qué la dejó? Nadie sabe. Christine Vachon, la productora, lo calificó de “pesadilla” en Facebook. ¿Será que Phoenix se aburre rápido o simplemente no podía resistir la tentación de un nuevo escándalo? Según Vanity Fair, Haynes sigue pensando en demandarlo.
Según The Hollywood Reporter, algunos insiders de Hollywood están furiosos, como Glenn Kenny, quien declaró en X (antes Twitter): "Si Joaquin piensa que la industria olvidará lo que le hizo a Haynes, está equivocado". Sin embargo, estamos hablando de Phoenix, el hombre que sobrevive a todo. Es como si el chico malo de Hollywood tuviera un superpoder: la capacidad de salir airoso de cualquier lío.
Según CBS Archive, en 2009, Joaquin fue al “Late Show with David Letterman” y actuó como si fuera un extraterrestre perdido en la Tierra: gafas de sol, barba desaliñada, actitud errática. ¿La (supuesta) razón? Se retiraba de la actuación para convertirse en rapero. Pero todo resultó ser parte del falso documental “I'm Still Here” (“Aún estoy aquí” en España e Hispanoamérica 2010).
Pero si alguien sabe volver del abismo, es Joaquin. En 2012, resucitó de sus propias cenizas de la mano de su amigo Paul Thomas Anderson. Ganó la Copa Volpi en Venecia y volvió a ser nominado al Oscar. ¡Cómo si nada hubiera pasado! Según Venice Film Festival, “Si Phoenix fuera un gato, ya habría gastado sus siete vidas... y seguiría saltando desde los tejados”.
Cuando pensábamos que había vuelto a ser “normal”, según The Guardian, en 2014 Joaquin calificó la temporada de premios Oscar como "una mie...". "No quiero esa zanahoria". Se tragó sus palabras al recibir la presea con lágrimas en los ojos, por su actuación en “Joker “(“Guasón” en Hispanoamérica), cinco años después. En ese discurso aparentó una humildad que, evidentemente, era fingida.
Según People, Joaquin se casó con Rooney Mara, y la pareja tuvo un hijo al que llamaron River, en honor a su hermano fallecido. Con ella también apareció en una foto (que se notaba producidísima, pero que pretendía ser real) comiendo una hamburguesa, sentados en al piso y usando tenis.
Foto: Instagram CinemasLab
Según The Hollywood Reporter, durante el largometraje de Ridley Scott, Joaquin Phoenix amenazó con abandonar si no traían a su director favorito, Paul Thomas Anderson, para reescribir el guion. Aunque al final no se fue, la amenaza quedó en el aire, ¿Quién más podría hacer esto y seguir siendo la estrella más solicitada de Hollywood?
Phoenix es un gran defensor de los derechos de los animales (¿de qué sería la hamburguesa de la producidísima foto post Oscar?) y, según PETA, se niega a participar en proyectos que usen pieles. Claro, eso no impide que abandone a directores de cine sin previo aviso, generando una pérdida millonaria para la producción, pero ¡eh!, todos tenemos prioridades. Para él, los animales primero.
Joaquin no solo se involucra en causas animales. Según The Guardian, es un defensor ferviente de los derechos LGTB+ y ha participado en múltiples protestas (aunque, según Reforma, dejó colgado a Haynes por que "le dio miedo actuar como gay"). Sus métodos a veces son extremos (como encadenarse a edificios), pero la verdad es que con ese histrionismo que lo caracteriza, no nos extraña.
Durante el rodaje de “Joker” (2019), Phoenix perdió tanto peso que empezó a alucinar. Sí, como su personaje. Todo por el arte. Pero antes ya había subido de peso para películas como “Her” (“Ella” en Hispanoamérica - 2013). Lo curioso es que parece disfrutar de los cambios físicos extremos. O quizás simplemente no le importa el concepto de “dieta equilibrada”, según Men’s Health.
Según Entertainment Weekly, Phoenix es conocido por sus enfrentamientos con los directores. En The Master, llegó a improvisar líneas, lo que generó tensión con sus compañeros y la producción, pero también logró entregar algunas de las escenas más memorables. Es un poco como darle las llaves del coche a alguien que no sabe conducir... pero que de alguna manera no choca.
Si alguna vez te has preguntado por qué Phoenix es así, podría tener algo que ver con su infancia en la secta "Los Niños de Dios". Sí, según Rolling Stone, sus padres formaban parte de este culto antes de huir cuando Joaquin, su hermano River y sus hermanas cuando eran pequeños. Seguramente eso podría desquiciar a cualquiera (aunque River parecía ser bastante más centrado).
Y no, nos referimos a su carácter... aunque si lo pensamos bien, también encaja la descripción. Según Los Angeles Times, Phoenix ha estado en tantas películas serias y profundas que uno se pregunta si alguna vez lo veremos en una comedia ligera. Aunque con su historial de bromas pesadas en la vida real, quizás ya sea suficiente para muchos de su "peculiar" sentido del humor.
Lo cierto es que, pase lo que pase, según Vanity Fair, Joaquin Phoenix sigue siendo una de las figuras más fascinantes de Hollywood. No importa cuántos escándalos protagonice, cuantos berrinches haga, qué tan errático sea, siempre vuelve más fuerte. Quizás porque, en el fondo, nadie puede hacer lo que él hace.