La difícil y nada aburrida vida con sextillizos
Todo comenzó con un sueño, el de Janet y Graham queriendo tener hijos. Hicieron numerosos intentos, pero no tenían éxito. Después de muchos años de frustraciones, la pareja decidió buscar ayuda de especialistas y probar la tecnología de reproducción asistida (TRA).
Por paradójico que parezca, fue en el intento número 13 en el que Janet Walton se dio cuenta de que finalmente estaba embarazada. Irradiaban felicidad y comenzaron a hacer planes para el futuro, imaginando al primogénito en sus brazos. Cuál sería su sorpresa al conocer, en la octava semana de gestación, que les iban a faltar brazos para tanto bebé... ¡esperaban sextillizos!
Janet Walton pasó la mayor parte de su embarazo en el hospital, bajo la supervisión de todo un grupo de médicos. Los bebés nacieron a finales de 1983, a las 31 semanas de embarazo, por cesárea, en un hospital de Liverpool (Reino Unido).
Fueron todo niñas y se llamaron Hannah, Ruth, Lucy, Kate, Jenny y Sarah y solo fueron dadas de alta del hospital, cuando los médicos estuvieron seguros de que todas estaban a salvo. Fue a partir de ese momento cuando comenzó la aventura de Janet y Graham Walton con media docena de hijas.
Su vida se convirtió en un ciclo interminable de pañales y biberones. Durante los descansos, lograban dormir algunas horas al día y, en un principio, las autoridades locales asignaron enfermeras para ayudarles. Según The Daily Mail, la pareja utilizaba 11.000 pañales al año y salían a pasear con las niñas en cochecitos dobles, acompañadas de amigos y conocidos.
Ser madre de seis niñas no es fácil, pero gracias a la ayuda de su esposo y la organización natural de Janet, lograron criar a seis niñas en amor y armonía. Janet Walton siempre llevaba mano un cuaderno en el que anotar lo que le decían los profesores de cada una de sus hijas, para no confundirse.
Graham tuvo que cogerse una baja por paternidad para ayudar a Janet con las niñas. “Todos estos años han pasado volando. No tuvimos tiempo de pensar en qué y cómo lo estamos haciendo. Ni siquiera pudimos corregir los errores, porque las niñas crecían todas a la vez. Era una lucha constante”, recordó Janet en una entrevista para The DailyMail.
Han pasado casi 40 años desde el nacimiento de Hannah, Ruth, Lucy, Kate, Jenny y Sarah. Todas las hermanas, excepto Hannah, viven cerca de sus padres. Y la menor de las hermanas, Sarah, fue la primera en convertir a Janet y Graham en felices abuelos, al dar a luz a su primera nieta en 2014. Janet reconocía, por aquel entonces, que “cuidar de un único hijo es increíble”comentaba en la entrevista para The Guardian.
Pero el caso de la familia Walton no es el único, pues la familia Giannini de Florencia (Italia) se sumó a la lista de valientes padres. Rosanna y Franco Giannini se convirtieron en padres el 11 de enero de 1980. Esta vez fueron 2 chicas (Letizia y Linda) y 4 chicos (Fabrizio, Francesco, Giorgio y Roberto), según relató el periódico italiano La Stampa.
Rosanna y Franco se casaron en 1976. Esta joven pareja soñaba con ser padres, pero antes tenían que luchar por este derecho. Rosanna creía que había pasado por una menopausia temprana, y solo después de varios tratamientos hormonales lograron concebir hijos. En la primera ecografía, cuando la pareja se enteró de que esperaban 6 veces más bebés de lo planeado (en al menos un embarazo), el médico les advirtió que no hicieran pública la noticia para evitar el escrutinio de los medios.
Pero, ¿cómo es posible esconder 6 bebés al público? Inmediatamente después del nacimiento, los recién nacidos se hicieron famosos en su Italia natal y, más tarde, en todo el mundo. Las fotos de la familia Giannini aparecieron en las portadas de toda la prensa. Cómo sería su fama, que fueron invitados a la televisión nacional japonesa para dar a conocer su caso.
Seis años después del nacimiento de los sextillizos, Rosanna firmó un contrato exclusivo con una firma italiana de detergentes y se convirtió en la imagen de dicha marca. Obviamente, en compañía de los seis niños y niñas.
La cooperación con la marca italiana comenzó a generar ganancias para la familia, lo cual era perfecto porque los padres no tenían tiempo para trabajar. Además, el gobierno local italiano otorgó una beca a la pareja para que los padres pudieran hacer frente a una tarea tan difícil: criar 6 hijos a la vez.
En 1984, con el apoyo de Rusconi Publishing, Rosanna le contó a Achille Mezzadri su experiencia, y así surgió el libro "Vivere con sei gemelli" ("La vida con sextillizos").
Mucho ha cambiado la historia desde entonces. Desde hace tiempo, la familia Giannini optó por renunciar a la publicidad y buscar algo más de privacidad. A esto "ayudaron" algunas circunstancias familiares, como la muerte del padre de Rosanna y la operación de trasplante de riñón de Francesco.
Los sextillizos de Florencia han dejado de participar en entrevistas de televisión y están viviendo una existencia normal, tras superar la barrera de los 40 años. Lo último que sabemos de ellos procede de la entrevista que dieron en 2015 en La Stampa: cuatro de los seis hijos (Linda, Letizia, Fabrizio y Giorgio) fueron a la universidad y estudiaron Literatura (las dos chicas), Hidroelectricidad y Economía, respectivamente. Roberto fue a la escuela para ser cocinero y Francesco trabaja en CGIL en Soci.
Quizás, seis bebés de golpe es demasiado pero, numéricamente, hay madres y padres que han superado esta cifra. Por ejemplo, Leontina Albina de San Antonio (Chile) dio a luz a 55 niños entre 1943 y 1981. Pero el campesino ruso Yakov Kirillov es considerado el padre más grande de la historia, que tuvo 72 hijos de dos esposas. En ambos casos, los datos se hallan entre la leyenda y la realidad. Los sextillizos de los que hemos hablado son mucho más recientes y reales, y siguen con su vida.
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