La verdad sobre Rosa Peral más allá de 'El cuerpo en llamas'
Rosa Peral tenía 36 años y era agente de la Guardia Urbana de Barcelona cuando, en 2017, comenzó la historia que cambiaría su existencia. Vivía con su pareja, Pedro Rodríguez, en Vilanova i la Geltrú, y estaba divorciada del padre de sus dos hijas, Rubén Carbó, también agente municipal.
Úrsul Corberó es quien interpreta en la ficción a Rosa Peral, que fue acusada de un crimen que la envió a prisión por 25 años, a partir de una sentencia condenatoria. 'El cuerpo en llamas', serie de Netflix, relata ese caso.
La serie toma el testigo de los true crime que tan bien funcionan en la plataforma. Son 8 episodios basados en los hechos reales que sucedieron en el conocido como ‘Crimen de la Guardia Urbana’.
Sólo dos días después de su estreno, 'El cuerpo en llamas' entró directamente en el Nº 1 de las series más vistas en España, se coló en el Top 10 de 63 países donde se emite, y llegó al Nº 2 del Top global de series de habla no inglesa.
Rosa Peral es interpretada por Úrsula Corberó, la famosa actriz española, conocida entre otras cosas por su papel de Tokio en la exitosa serie de ficción de Netflix ‘La Casa de Papel’.
El protagonista masculino de 'El cuerpo en llamas' es Quim Gutiérrez, actor español galardonado con un Goya al mejor actor revelación en ‘Azul oscuro casi negro’.
Quim interpreta al también agente de la Guardia Urbana Albert López, amante de Rosa, e igualmente acusado y condenado a 20 años de cárcel.
El divorcio de Rosal Peral fue, en cierto modo, el principio de un sinfín de malos momentos que culminaron en un crimen. Como telón de fondo, múltiples relaciones mantenidas con compañeros de la Guardia Urbana. Una de esas relaciones se tradujo en una ‘pornovenganza’ que Rosa llevó a a los tribunales. Aunque fue la relación extramatrimonial con Albert López la que terminó con ambos condenados por asesinato.
El ‘Crimen de la Guardia Urbana’ llenó portadas en la primavera de 2017, cuando se encontró un cuerpo calcinado en el maletero de un coche a orillas del pantano de Foix.
La investigación del asesinato destapó una red de violencia, celos y venganzas en el núcleo policial de Barcelona, y el caso se convirtió en uno de los más mediáticos de los últimos años, con un juicio que se siguió a diario por televisión.
Este caso no se entiende sin sus tres protagonistas: Rosal Peral, Albert López y Pedro Rodríguez. Los 3 integrantes de un triángulo amoroso que acabó en tragedia.
La identificación del cuerpo calcinado habría resultado casi imposible de no ser por unos pequeños implantes en la columna del cadáver, que correspondían a Pedro Rodríguez, un agente de tráfico desaparecido hacía varios días.
Las pesquisas policiales conducen hasta su pareja, Rosa Peral, y su amante, Albert López, ambos también miembros de la Guardia Urbana.
Durante el juicio, parece probado que los amantes habrían acabado con la vida de Rodríguez la madrugada del 2 de mayo, en la casa que compartían Rosa y la víctima, Pedro, en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú.
Tal y como se expuso ante el juez, tras introducir el cuerpo en el maletero del coche, lo habrían llevado hasta el pantano, donde rociaron el vehículo con gasolina y le prendieron fuego.
Aunque en un principio Rosa Peral intentó inculpar a su ex marido, Rubén, del asesinato, este fue rápidamente descartado y, después de haber recopilado numerosas pruebas que vinculaban a los amantes con el crimen, ambos fueron arrestados.
Antes de que se celebrase el juicio, Rosa acusó a Albert como único responsable del crimen, afirmando que su complicidad se debía a las amenazas de este. Y, por su lado, él la culpó a ella, declarando que sólo la había ayudado a deshacerse del cadáver por su vínculo afectivo.
Ambos fueron condenados en marzo de 2020. Él fue sentenciado a 20 años de prisión y ella a 25, siendo mayor su condena por el parentesco que le unía a la víctima.
Tanto la serie, como el documental sobre el caso, ‘Las cintas de Rosa Peral’ (que también se emite en Netflix), omiten varios detalles que plantean algunas incógnitas. A continuación te mostramos varias.
En el juicio quedó claro que, junto al cuerpo calcinado, apareció una bala compatible con las de las armas de la Guardia Urbana. Lo que encaja con el proyectil que faltaba en el cargador del arma reglamentaria de Rosa. ¿Por qué en la serie no se menciona?
En la serie no se explica qué lleva a Rosa a acabar con la vida de un hombre con el que ni siquiera estaba casada. Pero durante el juicio, sí se consideró un motivo: una compañera de celda de Rosa declaró que esta le había confesado que drogó a Pedro porque sabía que la ‘muerte accidental’ en la que se vio implicado Albert años atrás, en realidad había sido un asesinato. En todo caso, según El Periódico de Cataluña, Rosa Peral habría dado hasta tres versiones de esta muerte.
Un vecino, y presunto amante ocasional de Rosa, reveló que la noche de la muerte de Pedro escuchó el sonido de una motosierra, que presumiblemente se pudo usar para facilitar el traslado del cuerpo. ¿Por qué se omite este detalle?
En 'El cuerpo en llamas', Rosa sólo tiene una hija. Sin embargo, en la vida real, tenían dos hijas. ¿Por qué en la serie se omite a una de las niñas?
En la versión ficticia de la vida de Rosa, esta trabaja como gogó o stripper en una discoteca antes de convertirse en Guardia Urbana. Dato que no se corresponde con la realidad.
Desde su ingreso en prisión, hay dos cosas que no cambian en la historia de Rosa Peral: la defensa que ella hace de su inocencia, y su complicado carácter, que ha hecho que sea trasladada hasta en cinco ocasiones.
Rosa trató de detener el estreno de la serie con una demanda por vulneración de su derecho al honor. Ante la negativa judicial, pidió una compensación económica. La Audiencia de Barcelona decretó el embargo de todos los ingresos que ambos condenados puedieran recibir por ello.