La transformación de Mónica Naranjo
Echar la vista atrás es bueno a veces, que dice la canción. Y en el caso de Mónica Naranjo (Figueras, 1974) su trayectoria ya da como para hacer una revisión, tanto de cómo ha ido su carrera como de su evolución física y personal.
Aquí la vemos siendo solo una niña, sin poder imaginarse todo lo que la vida tenía preparado para ella después.
Foto: Instagram (@monicanaranjo)
Su llegada al panorama musical español supuso una auténtica revolución. Lo había intentando a comienzos de los noventa en España de la mano del productor Cristóbal Sánsano (quien posteriormente fue su marido), pero no obtuvo mucho éxito, por lo que puso rumbo a México, disfrutando en el país azteca de fama y reconocimiento.
En 1997 lanzó al mercado el álbum ‘Palabra de mujer’, en el que encontramos temas como ‘Pantera en libertad’, ‘Desátame’ o ‘Las campanas del amor’. Y volvió a España por todo lo alto, regalando una primera actuación televisiva en el programa ‘Sorpresa, ¡Sorpresa!’ que todavía se recuerda.
No cabe duda de que Mónica Naranjo ha sido, es y será un diva. Y como tal, en alguna que otra ocasión sus palabras le han acarreado problemas, como la vez en la que se puso a parte del público mexicano en contra por culpa de unas declaraciones polémicas concedidas a la edición española de la revista Rolling Stone.
“El mercado mexicano cambió radicalmente a raíz de mi aparición. Se trataba de un mercado poco pluralizado, en un país en el que imperaba la música norteña que vendía y vende unos 6 millones de copias al año, y en el que la mayoría de los artistas eran ya muy mayores y solo cantaban baladas edulcoradas”, fueron sus palabras.
Lo cierto es que nunca ha dejado de interpretarse como una gran diva, pero sí es cierto que con el paso de los años, y gracias a sus otros trabajos al margen de la música, como jurado en reality shows musicales o presentadora, ha dejado ver una parte mucho más vulnerable que la que mostró en sus orígenes profesionales.
Y es que nunca ha dejado de ser la pantera de Figueras y ha regalado auténticos momentos a base de declaraciones explosivas.
¿Quién no recuerda aquella frase que le dijo a Aitana en una gala de ‘Operación Triunfo’? Más o menos decía así: “Yo a tu edad, con 18 años, me fui a México, sola, con una mano atrás y una delante, sin saber lo que iba a pasar con mi vida. Y no lloré”. Lo de “Y no lloré” dio incluso para meme… Desde luego, Mónica Naranjo se caracteriza por no tener pelos en la lengua.
Foto: TVE
Y precisamente sobre su paso por ‘Operación Triunfo’ como jurado se despachó a gusto en varias entrevistas. “Es un c*****”, dijo en 2018 a la revista Lecturas sobre el formato televisivo. “Yo me fui de allí muy triste porque el mensaje no llegó, no llegó para nada”, recalcó tiempo después en Cadena Dial.
Pero ella lo tiene claro en ese sentido: “Yo confío siempre mucho más en una persona que no tiene filtro que en alguien que busca la manera de decir las cosas de forma correcta”, afirmó en 2020 una entrevista en el programa de TVE ‘La pr1mera pregunta’.
Su evolución ha sido también física. No obstante, en sus comienzos, su melena bicolor y sus atrevidos looks la hacían absolutamente reconocible e icónica.
Con el tiempo, su estilo se fue moderando, aunque pasó por diferentes etapas. Como aquella en la que lució el pelo muy corto teñido de rubio platino tras habérselo rapado previamente. ¿El motivo? Tal y como ella explicó tiempo después, lo tenía absolutamente quemado por los tintes.
Porque su look más recordado será siempre con la melena bicolor, que tiene una historia detrás ligada nada menos que a Madonna.
Al parecer, Ruphert (el famosos estilista de las estrellas de los noventa) había ideado ese look para la reina del pop, pero, por diferentes circunstancias, finalmente acabó en la cabeza de la cantante catalana, a quien su discográfica, Sony, buscaba renovar la imagen.
Tras un tiempo, y para disgusto de Ruphert, Mónica Naranjo abandonó la melena bicolor y volvió al castaño, mostrando una imagen más relajada, que se ha ido adaptando a sus diferentes etapas vitales.
En los últimos tiempos ha dejado un poco más apartada su faceta de cantante, apostando más por la de presentadora y colaboradora en diferentes formatos televisivos, como en 'Pequeños Gigantes' o ‘Tu Cara Me Suena’.
En 2019, tras la separación de su segundo marido, Óscar Tarruellas, la vimos protagonizando incluso su propio reality, ‘Mónica y el sexo’, donde mostró una imagen de sí misma mucho más fresca y desinhibida, hablando sin tapujos del tema de la sexualidad.
2020 y 2021 fueron dos años para conectar con las generaciones más jóvenes, presentando la primera edición de ‘La Isla de las Tentaciones’ y ‘Amor con fianza’, dos formatos para poner a prueba el amor de diferentes parejas.
Y en 2023 mucho más, porque Mónica Naranjo se reconcilia con Eurovisión al ponerse al frente de las galas del Benidorm Fest. También se confirmó su fichaje como investigadora en la tercera edición de ‘Mark Singer’.
Genio y figura: hay Mónica Naranjo para rato.