Maltratos y abusos: la dura infancia de Tom Cruise

Abusos, tragedias, pobreza,... Son muchos los actores y actrices que, con los años, han confesado que sufrieron una infancia difícil. Tuvieron que hacer frente y acabaron superando problemas que marcaron sus primeros años, pero que no les impidió convertirse en estrellas. Es el caso de Tom Cruise y su durísima y desconocida historia de niñez, digna de un verdadero guion dramático de Hollywood...

Tom Cruise tuvo que hacer frente a una dura infancia marcada por su padre, Thomas Cruise Mapother III, un ingeniero electrónico que en realidad era un maltratador que le pegaba y le humillaba. Era un hombre al que los trabajos le solían durar poco y descargaba toda su frustración sobre su familia.

En el año 2006, Tom Cruise contó su historia en una entrevista a la revista Parade. En ella aseguró que "fue un abusador y un cobarde. Una persona que si algo iba mal te golpeaba. Fue una gran lección en mi vida ver cómo alguien te podía llevar a dormir y hacerte sentir seguro para luego... ¡Zas!"

Cuando los padres de Tom Cruise se separaron, el actor tenía solo once años. Su padre desapareció de sus vidas y su madre, Mary Lee Pfeiffer, se lo llevó junto a sus hermanas -Lee Anne, Marian y Cass- desde Canadá, donde vivían, a Kentucky, en Estados Unidos, donde la vida que le esperaría tampoco sería nada fácil.

Años después, cuando Tom Cruise tenía ya 22 años y se empezaba a labrar una carrera dentro del mundo del cine, el actor volvió a ver de nuevo a su padre, la persona que estuvo a punto de arruinarle la vida en el pasado. Ese encuentro sirvió para que el mismo Cruise buscara una reconciliación a pesar de todo.

Aquel encuentro entre Tom Cruise y su padre se produjo en un hospital. Y es que, Thomas Cruise Mapother III se encontraba ingresado enfermo de cáncer. El progenitor del actor aceptó el encuentro a cambio de que no hablaran de su pasado.

Tras la muerte de su padre, el propio Tom Cruise le ha recordado en diferentes entrevistas, incluso exculpándole de aquellos actos que marcaron la infancia del actor. En la revista Esquire, Cruise dijo: "Recuerdo mirarle y haber querido entenderle. No quería borrarle del mapa. Era un hombre perdido. No puedo explicar cómo y por qué llegó hasta ese punto. Fue su camino. Lo único que puedo decir es que él estaba agobiado por la vida".

Todo lo que Tom Cruise vivió por culpa de su padre hizo que el actor creyera que no debía confiar en la gente. El tema es que si su propio padre podía tener dos caras tan distintas, el resto de las personas las podían tener igualmente. Según el actor, el mismo se repetía "hay algo raro en ese hombre. No confíes en él. Ten mucho cuidado cuando lo tengas cerca".

Todo cambió en la vida de Tom Cruise cuando se convirtió en padre tras adoptar, junto a Nicole Kidman, a su hijos Bella y Connor Anthony, una oportunidad para dar todo el amor que su padre le negó en su niñez. "Nunca olvidaré el momento en el que me convertí en padre. Es difícil de explicar ese nivel de responsabilidad, el deseo de aportarle tanta alegría. La claridad de que nada es más importante que eso", aseguró el actor a Esquire.

Volviendo otra vez atrás en el tiempo, cuando se trasladó a Kentucky con su madre y sus hermanas y lejos de su padre, la situación no mejoró mucho. Las cosas no fueron fáciles para el bueno de Tom, ya que debió de ocuparse de su familia y de su educación.

En nueva vida en Kentucky tuvieron que vivir en la pobreza. Con el dinero que tenían, en muchas ocasiones no les valía para cubrir sus necesidades básicas y, como consecuencia de ellos, en muchas ocasiones pasaron hambre. Cruise destacó años después el papel de su madre, de la que dijo que "siempre estuvo ahí haciendo lo imposible para que a sus hijos no les faltara de nada".

A los siete años a Tom Cruise le diagnosticaron dislexia, por lo que tenía dificultades para leer y escribir. El actor pasó por hasta 14 colegios distintos porque no conseguía adaptarse. Con mucha fuerza de voluntad, consiguió finalizar sus estudios de primaria, pero su enfermedad acabaría obligándole a abandonar en secundaria.

En la entrevista que concedió a Parade en 2006 en la que confesó todos sus problemas infantiles, Tom Cruise lamentó que "no tenía ningún amigo de verdad, alguien que me entendiera. Siempre era el niño nuevo con los zapatos equivocados, el acento equivocado. No tenía un amigo con el que compartir las cosas ni en el que confiar".

A aquellos problemas en su familia y en el colegio, se le sumaron otros. Desde muy pequeño, Tom Cuise destacó como un buen deportista, principalmente como jugador de baseball. De hecho, tras abandonar la escuela en secundaria se quiso dedicar a la lucha libre de manera profesional, pero sufrió una importante lesión en una rodilla que, tras intentar recuperarse con poco éxito, le hizo abandonar aquella idea.

La cadena de desgracia acabó con Tom Cruise interno en un monasterio franciscano. Su idea en aquel momento fue la de hacerse cura. Allí pasó un total de 14 meses de su vida que el actor dedicó a la meditación y que le despertó su vena artística y su pasión por la interpretación.

Tras todo aquello y después de conseguir algunos ahorros, Tom Cruise se trasladó a la ciudad de Los Ángeles. Tenía 19 años y tenía el objetivo de cumplir con el sueño de convertirse en actor de Hollywood. Su periplo en aquella nueva aventura arrancó con su paso por la película 'Amor sin fin' (1981), dando el salto definitivo a la fama tras sus primeros papeles de la mano de Francis Ford Coppola en 'Rebeldes' (1983).

Desde aquellas primeras películas, Tom Cruise iría tejiendo poco a poco una carrera de éxito que le llevó a hacer papeles en algunas de las películas más taquilleras de la historia y a ganar premios como los Globos de Oro, convirtiéndose en una auténtica estrella y superando aquella difícil niñez.

Entre sus éxitos, películas como las de las sagas de 'Misión Imposible' y 'Jack Reacher', 'Top Gun' (1986), 'Nacido el 4 de julio' (1989), 'Jerry Maguirre' (1996), 'Magnolia' (1999), o 'El último samurái' (2003), entre otras muchas.

Esa exitosa carrera como actor fue el sueño cumplido de un niño marcado por una infancia difícil que nunca dejó de soñar. El propio Tom Cruise aseguró a la revista People que "he deseado hacer películas desde que tenía cuatro años. Poder entretener a la audiencia fue siempre mu gran sueño".

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