Estrellas del cine que continúan marcando estilo
Estrellas icónicas del cine clásico mantienen su relevancia en términos de estilo hasta hoy. Su esplendor sigue inspirando, y encontramos en sus atuendos y actitudes elementos de sorprendente modernidad. Analicemos.
La princesa o la actriz. La leyenda. Siempre, el icono. La influencia de Grace Kelly como referente de estilo fue tal, que Hermès creó un bolso especialemente para ella; hoy, y durante décadas, uno de los bolsos más vendidos en todo el mundo.
Jane Birkin no es francesa sino inglesa, aunque, tanto por su estética como por su modo de vida durante las décadas de los 60 y 70, lo pareciera. Tal vez lo más icónico de ella fuese, y sea, su peinado con melena castaña clara lisa y flequillo abierto.
Hablar de iconos de Hollywood es hablar de Audrey Hepburn. Su manera única de entender la moda la convirtió en una de esas estrellas de la gran pantalla que, además de tener un talento infinito, marcaba estilo allá donde iba. ¿Su firma fetiche? Givenchy, siempre.
Brigitte Bardot fue mito erótico de los 60 y modelo a seguir tanto por sus ideas revolucionarias que hablaban de libertad, emancipación de la mujer y elogio del cuerpo frente a la censura, como por su estilo único. En su caso, el peinado también se convirtió en icónico: gran melena rubia abundante y cardada, flequillo largo y mucho volumen.
El equivalente italiano a Brigitte Bardot en Francia fue Claudia Cardinale. Quizás, la irrupción de este tipo de iconos en el anquilosado mundo de Hollywood ayudase, y mucho, a cambiar la mentalidad de las personas. No solo en términos estéticos o de moda y belleza.
Ava Gardner fue un mito del cine clásico que representó la parte más refinada y cosmopolita del estilo hollywoodiense. Sus grandes fiestas eran legendarias. Sus looks, hechos de ropa de grandes firmas, joyas únicas y maquillajes voluptuosos, también.
¿Cómo olvidar aquella bómber roja? En lo que a iconos se refiere, James Dean está en lo más alto. Nadie como él sabía (ni sabrá) llevar un tupé. O una camiseta blanca básica de manga corta.
Si James Dean era el chico rebelde, Sean Connery era el galán elegante. ¿Su mejor aliado? El esmoquin.
Katharine Hepurbn tenía ese algo indescriptible, mezcla de naturalidad y sofisticación, que tanto se buscaba en el cine negro de los años 40 y 50. Su peinado con ondas y raya lateral creó escuela. Sus trajes sastre con blusas de seda y hombros picudos se convirtieron en must.
Elizabeth Taylor o las joyas. Las joyas o Elizabeth Taylor. ¿Qué fue antes? Si te cuesta responder a esta pregunta, es que has sido alcanzada por su embrujo. Grandilocuencia es la palabra.
Otra actriz francesa que marcó estilo fue Anna Karina, musa del director Jean-Luc Godard y una de las figuras más importantes del cine experimental y sin prejuicios de la Nouvelle Vague. Estilo francés de los 60 en estado puro.
Humphrey Bogart fue EL HOMBRE. Al menos, según los parámetros de masculinidad (tóxicos, por qué no decirlo) imperantes en la cultura del cine negro, donde el actor tuvo un papel fundamental tanto literal como figuradamente.
Catherine Deneuve se convirtió en musa de Yves Saint Laurent desde que, al comenzar a trabajar en el cine, el creador quedase prendando de ella. También se hicieron amigos. Hoy, verla en la gran pantalla equivale a ser envuelta en una oleada de inspiración que sobrepasa espacios, tiempos y límites.
Otro mito del cine italiano. En la actualidad, continúa siendo un icono: un modelo. Si nos fijamos en cómo la influencia de las estrellas de Hollywood puede decrecer, mantenerse o aumentar con el paso de los años, hemos de decir que la suya no ha hecho más que dirigirse hacia un punto álgido.
Seguimos en Italia. Y con los galanes. En el caso de Marcelo Mastroianni, tal y como sucedía con el esmoquin de Sean Connery, fue el traje deportivo con camisa blanca y corbata el mejor amigo de su leyenda como ejemplo de estilo.
¿Y cómo no hablar de ella? De la rubia más famosa de todos los tiempos. De la mujer que mejor supo hacer comedia en el cine clásico y que mejor supo explotar su imagen fuera de las pantallas, a pesar de sus problemas personales, para estar siempre en el lugar de icono que le correspondía.
Paul Newman lo lograba todo con la mirada. En su caso, la relación que tenía con la ropa y con el concepto de look tampoco era tan importante como la visión general de su presencia. Porque el mejor estilo es el innato. (Además: Los ojos más lindos del espectáculo)
Jean-Paul Belmondo no era guapo, pero tenía "algo". Y, sin duda, tenía estilazo. Junto a Anna Karina, fue uno de los actores predilectos de Jean-Luc Godard y de la Nouvelle Vague.
Alain Delon tampoco se quedaba atrás en lo que a llevar un traje se refiere. Ni un trench. Un matiz de estética gángster se añadía, en su caso, a la leyenda.
En España, fue Sara Montiel: la representante de estilo clásico pero algo excéntrico que tantos momentos de moda y belleza célebres (en el cine y fuera de él) le brindó al mundo.
Más de nuestra época es Gwyneth Paltrow quien, no obstante, también marcó estilo décadas atrás, sobre todo en los 90. Su vestido rosa de los Oscar (el de la foto) se convirtió en toda una institución.
Johnny Depp es un rebelde de Hollywood, excéntrico, insólito. Su imagen no tiene nada que ver con la imagen habitual de un actor de cine, y precisamente por ello ha inspirado con sus estilismos en tantas ocasiones.
A Monica Bellucci también comenzó a considerársela desde muy joven un mito erótico. Pero hay mucho más. Hay un talento infinito y diferente, hay estilo propio, hay claridad de ideas tanto a la hora de trabajar como de vestir.
Julia Roberts o "la novia de América". El estereotipo (pelirrojo, por lo que quizás no tanto) de la perfecta actriz de Hollywood de los 80 y 90. Llevó y lleva como nadie todo tipo de estilos, sobre todo, los que tienen un toque de inspiración street style. (*Además: Lo que no te habían contado de Julia Roberts*)
En su día a día, Kim Basinger redefinió el "casual" en los 80. En la gran pantalla, se la podría comparar con un camaleón que defiende con igual éxito papeles y looks de más diversa índole. ¿Un must? Su pelazo rubio.
Guapo y con estilo. Es simple, pero tal vez no tan fácil de encontrar así, sin ningún tipo de añadido.
Sus papeles contribuyeron a ensalzar a Richard Gere como (de nuevo, otro) mito erótico y ejemplo de moda y estilo.
Lo mismo sucede con George Clooney, hasta hace poco considerado "el soltero de oro de Hollytwood". Si lo comparamos con Leonardo DiCaprio o Richard Gere, su estilo es mucho más clásico, pero no por ello menos inspirador.
Empezó haciendo papeles alternativos, en el cine independiente, y con looks en consonancia. Poco a poco, fue virando hacia una industria más mainstream y hacia una imagen más de diva de Hollywood. Y todo está bien.
Él también sabe cómo lucir un traje. O una camisa abierta. O unos jeans. A lo mejor esa versatilidad es la que le erigió en leyenda estilística y del Séptimo Arte actual.
Con Chanel como su firma de cabecera, Penélope Cruz actual es el resultado de mucho Almodóvar, de mucho folklore; pero también de mucha alfombra roja bien recorrida.
Jennifer Lawrence y su estilo son inseparables de Dior. ¿Cómo olvidar aquel vestidazo con el que se cayó al ir a recoger su Oscar? Icónica.
Entre la nueva generación de iconos de Hollywood, también está Lupita Nyong'o, con un modo muy especial de entender el estilo que nunca se queda en la superficie y que siempre va un paso más allá contando una historia con cada vestido, con cada maquillaje, con cada joya.
Naomi Watts derrocha estilo sin pretenderlo. Y eso la convierte en musa de diseñadores y referente del público.
A Emma Stone no le da miedo nada, ni en términos de cine, ni en términos de imagen. Se atreve con maquillajes y peinados llamativos sobre la alfombra roja, con looks que suelen verse habitualmente en los grandes eventos de Hollywood, con papeles complejos. ¿Su firma predilecta? Louis Vuitton.
Otra mujer Dior, otra actriz mayúscula que se transforma en cada papel y en cada look sin dejar nunca de lado su esencia más primigenia.
Léa Seydoux destaca por darle un punto personal al tradicional estilo parisino. Sus labios rojos son un referente. También sus estilismos firmados por Miu Miu, Louis Vuitton o Chanel.
Si el nuevo camino de Chanel como firma que camina hacia el futuro tuviese nombre y apellido, serían los suyos. O, dicho de otro modo, Kristen Stewart le aporta el touch de rebeldía necesario al estilo clásico para que no se quede obsoleto.
Halle Berry es sofisticada, pero también realista. Y eso se refleja en todos y cada uno de sus looks. ¿Será que, cuanto más se acerca un icono de cine al mundo, más arriba se encuentra?
Scarlett Johansson o la evolución. El sí absoluto a los vestidos considerados "de alfombra roja", pero también a los pantalones vaqueros con camiseta. Y sin ninguna diferencia. ¿Cuál es el truco? (*Además: Scarlett Johansson de ayer a hoy, así ha cambiado*)