1982: el año de las obras maestras del cine fantástico y de ciencia ficción
Los 80 fueron años de cambio para el mundo del cine. Se asentaba el modelo de los ‘blockbuster’ y cogía fuerza el VHS -y los videoclubs- para disfrutar en casa de las mejores películas. Fueron, además, años en los que la ciencia ficción entraba en una nueva dimensión y, en ese contexto, 1982 fue, por decirlo de alguna manera, un punto de inflexión para este género…
Ya en el año 1968, Stanley Kubrick, dio el primer paso para el cambio de rumbo en el cine de ciencia ficción. Fue ese año cuando estrenó la aclamada ‘2001, una odisea en el espacio’ (2001: A Space Odyssey). Fue una cinta inspiradora para el género, pero aún quedaba mucho por recorrer…
A finales de los años 70, el género volvía a coger un impulso importante. Lo hizo con dos años específicamente relevantes para ello. El primero 1977, cuando se estrenó ‘La guerra de las galaxias' (Star Wars), de George Lucas -que finalmente sería el episodio IV de la saga-; ‘Encuentros en la tercera fase’ (Close Encounters of the Third Kind / Encuentros cercanos del tercer tipo), de Steven Spielberg; y ‘Operación Ganímedes’ (Operation Ganymed), de Reiner Erler.
El otro fue 1979, año en el que llegó a los cines ‘Star Trek: la conquista del espacio’, de Robert Wise; y ‘Alien, el octavo pasajero’ (Alien), de Ridley Scott. La ciencia ficción había sentado sus bases y empezaba a coger carrerilla en la gran pantalla para llegar a la cima apenas tres años después.
Los amantes de la ciencia ficción y fantástico alcanzaron el éxtasis en un año 1982 en el que se produjo una avalancha de estrenos de películas, muchas de las cuales se han convertido en obras maestras del género e incluso del séptimo arte en general.
Cambiaba la forma de hacer cine -la técnica y los efectos especiales-, cambiaba la forma de contar las historias -sabiendo contarlas de manera sublime- y, en medio de todo aquello, había surgido una nueva hornada de jóvenes directores -véase Steven Spielberg o George Lucas- que apostaron por una auténtica renovación de lo que se había hecho hasta ese momento, dando forma a verdaderas joyas.
Fueron años, además, en los que, como apunta la crítica e investigadora cinematográfica Elisa McCausland, se sumaba “la reestructuración de muchos grandes estudios”, con “la participación en ellos de grandes corporaciones tecnológicas e industriales”, además de los cambios en la forma del consumo del cine con “comida, chucherías y merchandising” en las salas.
Y visto el contexto… ¿Cuáles son aquellos títulos que hicieron de 1982 el año de las obras maestras del cine fantástico y de ciencia ficción?
Cierto es que ‘Blade Runner’ (El cazador implacable) fue un fracaso en la taquilla por aquel entonces, pero la realidad es que, con los años, el público ha sabido valorarla, hasta el punto de haberla convertido en una verdadera obra maestra del cine de ciencia ficción. En ella, Ridley Scott nos adentró en la guerra entre Blade Runners y Replicantes, en un mundo donde los robots habían alcanzado y superado al hombre de manos de los avances de la ingeniería genética.
No solo eso, sino que, esta maravilla del ciberpunk, protagonizada magistralmente por Harrison Ford y Rutger Hauer, ha sido una película que ha ejercido una influencia muy importante, no solo en el cine, sino también en otros ámbitos como la publicidad, la literatura, la moda, la arquitectura o el videoclip.
Steven Spielberg ya había maravillado al mundo con títulos como ‘Tiburón’ (Jaws, 1975), ‘En busca del arca perdida’ (Raiders of the Lost Ark / 1981) o, dentro del género, ‘Encuentros en la tercera fase’ (Indiana Jones y los cazadores del arca perdida, 1977). Pero en 1982, nos regaló una de las historia más entrañables y emocionantes de todos los tiempos, la de E.T., un pequeño y asustadizo alien que solo quiere volver a casa y encontrará la ayuda de unos niños para conseguirlo.
‘E.T.’ dio una imagen distinta de lo que hasta aquel momento se tenía de un extraterrestre. No venía a dominarlos ni a destruirnos, era bueno y solo quería volver a casa. En ella se hacían guiños a ‘Star Wars’ e incluso se contó con Harrison Ford para hacer un cameo como profesor de Elliot, pero fue, sobre todo, un colosal éxito entre el público, convirtiéndose entonces en la película más taquillera de todos los tiempos.
Steven Spielberg no tuvo suficiente aquel año con ‘E.T., el extraterrestre’. Y es que participó también como guionista y productor de otra de las películas de aquel año que ha pasado a la historia del cine fantástico: ‘Poltergeist’. Fue dirigida por Tobe Hooper -aunque algunos hablan de que Spielberg la rodó en secreto- y contaba la historia de una familia que experimenta el miedo de los fenómenos paranormales al trasladarse a su nuevo hogar.
‘Poltergeist’ fue todo un éxito en aquel año, tanto que dio lugar a dos nuevas entregas en años posteriores, dando lugar a una exitosa trilogía. En ella también se hace un guiño a ‘Star Wars’, en los posters de la habitación de los niños y después fue ella la que se convirtió en inspiradora para otras películas con esa misma temática que llegaron años después.
Considerada por muchos como la mejor de todas las películas y que dejaba para la eternidad a uno de los mejores villanos de la saga trekkie. Con ella llegaban a la gran pantalla nuevas aventuras almirante James T. Kirk y el resto de la tripulación de la nave Enterprise después del éxito de ‘Star Trek: la conquista del espacio’.
En esta ocasión, la nueva estrega de ‘Star Trek’ estuvo dirigida por Nicholas Meyer, aunque volvió a apostar por un reparto liderado por William Shatner, Leonard Nimoy o DeForest Kelley, entre otros. E incorporó a ese mítico villano, Khan, que el actor Ricardo Motalbán ya había interpretado en 1967 en el capítulo ‘Space Seed’ de la serie original. Guiño y acierto.
Película pionera y vanguardista que fue toda una revolución, tanto en su estética como en la forma de llevarlo a la pantalla. El mundo de la infromática se convertía en protagonista en esta película dirigida por Steven Lisberger en la que el protagonista era un hacker que se adentraba en las entrañas de un ordenador dividido en moléculas para controlarlo a su antojo.
Como sucedió con ‘Blade Runner’, esta maravilla visual protagonizada por Jeff Bridges, fue un fracaso en taquilla, pero un éxito en su legado. Para muchos es otra obra de culto del cine de ciencia ficción que, años después, en 2010, dio lugar a una nueva película ‘TRON: Legacy’ -en la que también estaba Bridges- y un videojuego: ‘TRON: Evolution’.
La metemos en el saco de las películas de 1982, aunque fue estrenada el 24 de diciembre de 1981. La saga ya arrancó en 1979 con ‘Mad Max: salvajes de autopista’, pero se consolidó con esta segunda entrega en la que Mel Gibson daba su salto definitivo al estrellato de Hollywood.
En ella, el director George Miller nos acercaba a un mundo arrasado por un holocausto nuclear, en el que escaseaba la gasolina y en el que Mad Max inicia su particular batalla para ayudar a una colonia de supervivientes frente a un grupo de asesinos violentos sedientos de combustible. Una road movie postapocalíptica y futurista que se ha convertido en una cinta de culto y es considerada como una de las mejores películas australianas de todos los tiempos.
Dirigida por John Carpenter, ‘La cosa’ (The Thing) nos traslada a la Antártida, a una estación experimental donde está trabajando un equipo de científicos. Allí se encontrarán con un enemigo que nunca hubieran pensado encontrar y que ellos mismos meten en su campamento en forma de perro de trineo herido.
Carpenter, centrado en la novela de John W. Campbell en la que está basada la película, recrea a un ser, una ‘cosa’ sanguinaria e implacable que cambia de forma adoptando la de sus víctimas para matar. Se estrenó bajo críticas muy negativas en las que algunos hablaban de “repulsión visual” y tuvo poco éxito en taquilla, algo que cambió radicalmente tras su estreno en VHS, dando forma con los años a otra película de culto del género.
Fantasía medieval, batallas épicas, brujería y mucha acción en esta adaptación del cómic de Robert E. Howard dirigida por John Milius, escrita por él y Oliver Stone y protagonizada por Arnold Schwarzenegger. En ella, el superbestia ultramusculado Conan busca venganza contra los hombres que acabaron con su familia y lo vendieron a unos mercaderes de esclavos cuando era solo uno niño.
‘Conan, el bárbaro’ fue una película que, por aquel entonces, puso de moda el subgénero fantástico de ‘espada y brujería’ y que dio a conocer y ayudó a dar el salto a la fama a Schwarzenegger. La cinta obtuvo una buena recaudación en taquilla y dio lugar a una secuela, ‘Conan, el destructor’ (1984), que no alcanzó el éxito de su predecesora.
A diferencia del resto de las películas que hemos repasado, ‘Cristal oscuro’ es una cinta de animación, con la particularidad de que está hecha con marionetas. Narra la historia de con tras romperse el Cristal Oscuro, el mundo fantástico donde se desarrolla -el planeta Thra- queda sumido en el caos y la confusión y allí surgen dos especies: los crueles skekses y los apacibles místicos. Estos tendrán que arreglar el cristal para que los skekses no dominen su mundo.
Es, sin duda, una de las mejores películas de animación de todos los tiempos y que, en su momento, contó con un presupuesto enorme -unos 25 millones de dólares-. Eso sí, la apuesta de Jim Henson y Frank Oz no fue nada mal, porque fue un auténtico éxito de taquilla y, con el tiempo, se ha convertido en una película de culto del género fantástico.
Cinco historias de terror creadas por Stephen King y llevadas a la gran pantalla por el director George A. Romero. Estas historias se encuentran dentro de las páginas de un cómic que un padre absolutamente insensible le ha quitado de las manos a su hijo para tirarlo a la basura, castigado por leer esas historias de terror.
Esas cinco historias, cinco cortometrajes de terror -‘Father's Day’, ‘The Lonesome Death of Jordy Verrill’, ‘Something to Tide You Over’, ‘The Crate’ y ‘They're Creeping Up On You!’- quedaban unidas por secuencias animadas y, en su conjunto formaban esta película que llegó a alcanzar el primer puesto en la taquilla aquel año y que era un homenaje a los cómics de los años 50 de EC Comics, como ‘Cuentos de la cripta’ o ‘The Vault of Horror’.
Paul Schrader nos trajo aquel año 1982 otra película fantástica y de terror que se centraba en el personaje de Irena Gallier, una mujer medio humana, medio felina, que llega a convertirse en pantera en determinadas situaciones. Fue un remake de la película del mismo título de Jacques Tourneur de 1942 y que ha pasado a la historia como una película de referencia dentro del género.
‘El beso de la pantera’ estaba protagonizada por Nasstassja Kinski, Malcolm McDowell y John Heard y fue una película que quedó marcada por los exigentes efectos especiales, los más sofisticados de la época, que se utilizaron para recrear la transformación de Irena en pantera. Unos efectos que inspiraron y fueron utilizados en la serie ‘Manimal’, estrenada por la cadena NBC un año después.
A ellas, habría que sumar otros tantos títulos que, sin embargo, no han tenido ni su legado ni su influencia. Se trata de películas como la francesa ‘Los amos del tiempo’, de animación y dirigida por René Laloux; la terrorífica ‘Basket Case’ de Frank Henenlotter; ‘La cosa del pantano’, de Wes Craven (no confundir con ‘La cosa’); ‘Cielo líquido’, de Slava Tsukerman; ‘Parásito’, de Charles Band; o ‘1990: Los Guerreros del Bronx’, de Enzo G. Castellari.
Grandes películas y grandes legados que aún hoy pueden verse y disfrutarse como las grandes obras maestras que son. Producciones que marcaron una época y que hicieron de aquel 1982 el año en el que el cine fantástico y de ciencia ficción alcanzó la cima del séptimo arte.