Postres sencillos, diferentes y ligeros
Busca cuáles son las frutas de temporada de tu zona o las que más te gusten. A continuación, trocéalas y ponlas en recipientes individuales con un poco de zumo de naranja recién exprimido. Conseguirás un postre rápido, fácil de preparar y cargado de vitaminas. ¡Y sin grasas!
Esta receta es una especie de milhojas de piña que alterna piña natural con chips. Los chips de piña pueden hacerse en el microondas, colocando pequeñas lascas de piña entre dos papeles absorbentes para, después, calentar a fuego medio durante 10 minutos. Para completar, puedes espolvorear con un poco de coco rallado.
Pica las fresas en láminas muy finas para, después, extenderlas bien en el plato. Añade un poco de zumo de naranja sobre ellas y, para completar, una bola de helado de menta casero. Y, por qué no, unas cuantas flores comestibles.
Esta receta puede hacerse en casa fácilmente. Coge un poco de hielo picado, añádele un poco de limón exprimido, mete su propia cáscara dentro de un vaso y unas hojas de menta. Fácil, ¿verdad?
Pela los melocotones y mételos en el congelador durante, al menos, hora y media o dos horas. Así tendrás un rico postre de melocotones helados con un toque especial y súper refrescante.
Antes de meter las manzanas en el horno, retira la piel y pon un poco de azúcar moreno de caña integral sobre ellas. El horno, a 180 o 200 grados durante media hora (no más) y listo. Puedes servirlas (una vez frías) con un toque de miel de flores.
¿A quién no le apetece un rico batido? Pues más aún si es con pocas calorías. La elaboración es la misma que un batido tradicional pero, en esta ocasión, con bebida de soja y sin añadir azúcar. ¡Se convertirán en el postre perfecto para cualquier menú!
Puede que la combinación que aquí proponemos no guste a todo el mundo pero, la verdad, ¿por qué no probarla? Por un lado, tenemos la sandía que es casi todo agua y cuenta con muchas vitaminas. Por otro, el queso fresco, proteína pura. Corta los dos ingredientes, mézclalos en un plato y, si quieres, añade un chorrito de aceite de oliva y un puñado de uvas. ¡Delicioso!
Para esta receta necesitas un poco de melón natural, unos vasos especiales para helados o sorbetes caseros y unas cuantas horas en el congelador. ¡Así de fácil!
Aviso: receta súper fácil. Junta un puñado de frambuesas con un poco de yogur natural (mejor sin azúcar) y un toque de canela. ¡Listo! Para decorar, puedes utilizar unas hojitas de hierbabuena o de menta. Rico, fácil y con pocas calorías.